Vol. 22, No. 2, Octubre 1982


Publicado en: sábado 30, octubre, 1982

(1) “Introducción” (Introduction), Gerald O. Barney, pp. 93-94.

(2) “”Constitucionalizando” la corporación” (“Constitutionalizing” the corporation), Arthur S. Miller, pp. 95-107.

Para convertirse en instrumentos efectivos para el logro de una sociedad sustentable, las corporaciones deberían tener resuelto su estado constitucional. Hasta ahora, en Estados Unidos, principalmente a través de decisiones de la Suprema Corte, las corporaciones tienen un estado incierto. Son “personas” bajo la Constitución y tienen ciertos derechos, pero a diferencia de las personas, no tienen deberes constitucionales concomitantes. Las corporaciones deberían verse como gobiernos “privados” ejerciendo un poder sustantivo en la sociedad. Sin embargo, son consideradas asociaciones de individuos más que divisiones de la sociedad. Existe la necesidad de legitimar su poder de gobierno “constitucionalizándolas”. Ello puede hacerse si las corporaciones aceptan, o se les imponen, dos deberes constitucionales principales. Primero, deberían desarrollarse medios para que los oficiales corporativos tomen en cuenta de manera rutinaria el bien común. Esa obligación podría implantarse haciendo “declaraciones de impacto social”, análogas a pero más amplias que las más familiares declaraciones de impacto ambiental, antes de tomar decisiones corporativas importantes. Segundo, como “comunidades sociológicas”, los oficiales corporativos ejercen un poder considerable sobre los miembros de esas comunidades. Se recomienda una ley de derechos similar a la Ley de Derechos de la Constitución, de tal manera que el poder corporativo que es necesario para lograr los objetivos sociales se vuelva tan tolerable y decente como sea posible. La aceptación de esos deberes haría que las corporaciones fuesen partes de, no separadas de, la corporación más grande llamada sociedad. Serían entidades privadas, generadoras de ganancia, con una función pública definida. Preferiblemente, las obligaciones deberían ser aceptadas voluntariamente. El Congreso, sin embargo, tiene sin duda poder constitucional para imponer ambos, si así lo desease.

Palabras clave: corporaciones; sociedad sustentable; estado constitucional; Estados Unidos; corporaciones como personas; derechos; deberes constitucionales; asociaciones de individuos; constitucionalización; bien común; declaraciones de impacto social; ley de derechos; poder corporativo; tolerable y decente; entidades privadas con una función pública.

(3) “Organizaciones metanóicas en la transición a una sociedad sustentable” (Metanoic organizations in the transition to a sustainable society), Charles F. Kiefer, Peter M. Senge, pp. 109-122.

La transición hacia una sociedad sustentable implicará cambios importantes en muchas de las actitudes, valores y supuestos básicos que han impulsado al crecimiento industrial. Existe creciente evidencia de que estos cambios ya están ocurriendo y que las empresas privadas podrían convertirse en un lugar primario para traducir los nuevos valores en principios operativos. Muchas organizaciones están experimentando con innovaciones pioneras en diseño organizacional y supuestos fundamentalmente diferentes sobre la naturaleza de los individuos y las organizaciones. Rasgos de estas organizaciones que son especialmente importantes para una sociedad sustentable son las siguientes: (1) una profunda conciencia y sentido de responsabilidad por los sistemas sociales en los que viven y trabajan los individuos; (2) una comprensión de cómo los sistemas complejos pueden frustrar intervenciones bien intencionadas; y (3) creer en el poder de individuos alienados alrededor de una visión apropiada para influir sobre tales sistemas. En la larga y estresante transición hacia una sociedad balanceada con su ambiente, las empresas privadas pueden ahora jugar un papel fundamental. Las creencias y suposiciones que subyacen a la era de crecimiento no sustentable no son fáciles de cambiar. Se necesitan vitalmente mecanismos que permitan que éstas se descongelen y evolucionen. Cultivadas dentro de las organizaciones, ya están siendo demostradas en pequeña escala nuevas percepciones sobre la naturaleza de la humanidad y los sistemas en los que ésta opera. Conforme se establece su factibilidad, se diseminarán y serán más fácilmente aceptadas por la sociedad como un todo.

Palabras clave: sociedad sustentable; transición; cambios; actitudes; valores; supuestos básicos; empresas privadas; experimentos pioneros; diseño organizacional; conciencia y sentido de responsabilidad por los sistemas sociales; sistemas complejos; intervenciones bien intencionadas; poder de individuos; visión apropiada; nuevas percepciones.

(4) “Hacia una sociedad sustentable: El sector privado en seis ropajes” (Toward a sustainable society: The private sector in six guises), John Nicholls, pp. 123-137.

Se discute el significado de una sociedad sustentable para proporcionar un marco de referencia para considerar el papel del sector privado. Duración y extensión son polarizados como largo versus corto y global versus local. Fuerzas fundamentales de geopolítica, organización social y tecnología argumentan a favor de enfocarse sobre la corta duración y la extensión local. Las presiones de la población y el estándar de vida son preocupaciones centrales para lograr una sociedad sustentable. La meta debe ser una población estable con un estándar de vida creciente. Dado que los recursos son limitados, el principal papel del sector privado debe estar en el uso eficiente de los recursos para crear riqueza. El sector privado está bien adaptado con este fin. Consiste, generalmente, de empresas de propiedad privada, que emplean capital de sus accionistas para conseguir ganancias en una economía de mercado. Estas características, sin embargo, le ponen restricciones importantes a su habilidad para adoptar objetivos no económicos de naturaleza social o en la persecución de una sociedad sustentable. Empiezan a emerger, tanto en la teoría como en la práctica, diversas respuestas a este dilema. Para ayudar a comprender la complejidad que constituye la vida económica moderna y su ambiente sociopolítico, el sector privado es visto en seis ropajes: creador de riqueza; ciudadano corporativo; déspota benévolo; socio social renuente; socio social cooperativo; y patrón privado. La discusión se concentra en la importancia de cada una de éstas para la sociedad sustentable. Finalmente, se toca la importancia del sector privado como modelo de flexibilidad institucional en una sociedad sustentable.

Palabras clave: sociedad sustentable; papel del sector privado; marco de referencia; duración larga/corta; extensión global/local; población; estándar de vida; creación de riqueza; uso eficiente de recursos; objetivos no económicos de naturaleza social; dilema; creador de riqueza; ciudadano corporativo; déspota benévolo; socio social renuente; socio social cooperativo; patrón privado; flexibilidad institucional.

(5) “La autosuficiencia corporativa y la sociedad sustentable” (Corporate self-reliance and the sustainable society), Ann C. Crouter, James Garbarino, pp. 139-151.

Este artículo explora el papel de la “autosuficiencia corporativa” en la producción y mantenimiento de una sociedad sustentable. El artículo examina el significado de autosuficiencia corporativa: empresas de negocios que asumen su responsabilidad por las consecuencias de su operación en el ambiente tanto social como físico mediante la formación de sociedades con las comunidades locales y las familias. El artículo presenta cuatro estrategias para el desarrollo de la autosuficiencia corporativa. La primera es el papel de comités de administración del trabajo como agentes de cambio para mejorar la calidad de la comunidad y la vida en el trabajo. La segunda estrategia es la propiedad de trabajadores como una respuesta comunitaria constructiva al cierre de plantas. La tercera estrategia involucra sistemas de apoyo familiar basados en el empleador. La cuarta es el trabajo participativo como un medio para mejorar la competencia personal y corporativa que resulta en una mayor moral y productividad, componentes esenciales de la autosuficiencia corporativa. En los cuatro ejemplos, el tema subyacente es la importancia de invertir en los recursos humanos. En el curso de explicar estos fenómenos, el artículo considera los siguientes asuntos relacionados: los conceptos japoneses de responsabilidad corporativa por el bienestar de los empleados y la comunidad, las medidas de resultados más allá de la satisfacción en el trabajo, el impacto comunitario, y los costos del cambio para los individuos y grupos. El artículo descansa sobre investigación original hecha por los autores y una revisión de estudios en una variedad de disciplinas.

Palabras clave: autosuficiencia corporativa; significado; sociedad sustentable; responsabilidad; ambiente social y físico; sociedades con comunidades locales; comités de administración del trabajo; propiedad de trabajadores; sistemas de apoyo familiar basados en el empleador; trabajo participativo; inversión en recursos humanos; conceptos japoneses de responsabilidad corporativa; medidas de resultados; costos del cambio.

(6) “Servicios públicos de electricidad: la clave para capitalizar la transición energética” (Electric utilities: Key to capitalizing the energy transition), Amory B. Lovins, L. Hunter Lovins, pp. 153-166.

Estados Unidos se está moviendo con una velocidad no esperada hacia un sistema de energía sustentable basado en un uso de energía altamente eficiente y fuentes renovables apropiadas. El libre mercado, aunque imperfecto, está logrando ésto notablemente bien. Sin embargo, barreras institucionales están causando una sub-inversión en opciones energéticas ahorradoras de dinero. Esto retarda la transición energética muy por debajo de una tasa económicamente eficiente, prolongando la dependencia de combustibles cada vez más escasos. Cada año las empresas eléctricas gastan alrededor de la misma cantidad de dinero que no tienen la eficiencia y las energías renovables -cerca de 25,000 millones de dólares- para construir plantas gigantes que no pueden competir en el mercado de servicios energéticos. Esta mala asignación de capital apoyada federalmente está haciendo quebrar a las empresas eléctricas y amenazando la estabilidad de todo el sistema financiero. Mientras que la mitad de las inversiones en energía de Estados Unidos se dirijan a plantas eléctricas no económicas, sus rivales más baratas serán sofocadas. Si, sin embargo, las empresas eléctricas invirtiesen sólo en las mejores compras energéticas (como ya lo ordenan varios estados), las plantas eléctricas ya no serán construidas. Esta “prueba de menor costo” debería estar acoplada con un programa de préstamos de empresas eléctricas, adecuadamente estructurado sobre principios probados. Tales préstamos permitirían a los clientes de las empresas eléctricas comprar cualquier opción energética que cueste menos que las nuevas plantas de electricidad; dar a todos los usuarios de energía un acceso justo y equitativo al capital; ofrecer un escape de las elevadas facturas de energía; y rescatar a las empresas eléctricas de la insolvencia. En efecto, un programa tal transformaría automáticamente a las empresas eléctricas de ser un obstáculo a ser un vehículo para financiar la transición hacia la sustentabilidad. Los beneficios de un sistema energético seguro, asequible, equitativo y ambientalmente benigno podrían entonces lograrse antes de que el punto de combustibles fósiles hacia él haya sido quemado. La adaptación de las empresas eléctrica también podría guiar hacia la sustentabilidad a otras instituciones asediadas.

Palabras clave: Estados Unidos; energía sustentable; eficiencia energética; fuentes renovables; libre mercado; barreras institucionales; sub-inversión; opciones energéticas ahorradoras de dinero; transición energética; empresas eléctricas; plantas gigantes; mala asignación de capital; prueba de menor costo; préstamos de empresas eléctricas a usuarios; acceso justo y equitativo al capital; financiamiento de la transición hacia la sustentabilidad.

(7) “La región madura construyendo un modelo práctico para la transición a una sociedad sustentable” (The mature region building a practical model for the transition to the sustainable society), M. Perry Chapman, pp. 167-182.

El cambio demográfico en Estados Unidos desde el noreste hacia el “cinturón de sol” tiene implicaciones de recursos que se sentirán durante varias décadas. Temprano en el Siglo 21, las regiones que hoy están en “auge” se verán afectadas significativamente por una declinación de la petro-energía y una población e infraestructura que envejecen; el noreste está hoy en una situación análoga. La transición hacia una sociedad sustentable es poco probable que ocurra en el cinturón de sol mientras dure el auge, pero la necesidad de sustentabilidad es inmediata en el noreste. Para los estados industriales maduros, la supervivencia económica está atada al nivel de autosuficiencia que puedan lograr en las décadas de los 1980 y 1990. Los esfuerzos hacia una mayor sustentabilidad regional pueden ofrecer modelos prácticos a las regiones que todavía están por enfrentar una declinación cíclica. La transición hacia una sociedad sustentable será construida sobre los esfuerzos agregados de las regiones para colocar sus circunstancias únicas en balance. Se presenta a Nueva Inglaterra como el caso de estudio de una región madura, que ya no está creciendo, pero que se está embarcando de maneras medibles en una trayectoria hacia la sustentabilidad regional. El modelo se enfoca sobre la recaptura de recursos que tradicionalmente han sostenido a la región -el paisaje, el patrón de asentamientos del Siglo 19, y el establecimiento educativo. La investigación está dirigida a esfuerzos prácticos que se están haciendo actualmente por el sector privado para readaptar estos recursos tradicionales e incrementar la autosuficiencia de Nueva Inglaterra. Examina la importancia de los esfuerzos del sector privado de Nueva Inglaterra, por sus efectos sobre otras regiones, valor de demostración y posibilidad de transferirlos, y condiciones que ameritan una continuación de la investigación como modelo de transición hacia la sustentabilidad.

Palabras clave: Estados Unidos; cambio demográfico; cinturón de sol; implicaciones de recursos; transición hacia una sociedad sustentable; estados industriales maduros; autosuficiencia; supervivencia económica; Nueva Inglaterra; recaptura de recursos; paisaje; patrón de asentamientos; establecimiento educativo; esfuerzos del sector privado; valor de demostración; posibilidad de transferencia; modelo de transición.

(8) “El agricultor y la economía monetaria: El papel del sector privado en el desarrollo agrario de los países menos desarrollados” (The farmer and the money economy: The role of the private sector in the agricultural development of LDCs), Orville L. Freeman, Ruth Karen, pp. 183-200.

El balance mundial alimentos/personas es precario ahora y se volverá más precario en el futuro, tanto en términos de suministro como de precio. Los países industriales productores de granos se han acercado a alcanzar su potencial de producción. La solución descansa en explotar la capacidad de producción del mundo en desarrollo. Actualmente solo la mitad de la buena tierra arable del mundo está siendo cultivada. La mayor parte de la otra mitad no cuenta con la infraestructura necesaria, y abrirla al cultivo requerirá una importante inversión de capital. Esto significa que se requiere un compromiso político serio, principalmente por parte de los gobiernos de los países menos desarrollados. También existen concomitantes para las políticas de ayuda. La pregunta orientada a la acción clave es dónde y cómo puede ocurrir un incremento en la productividad. El artículo sugiere que el método más efectivo requiere involucrar al sector privado, específicamente la participación de pequeños propietarios de tierra, trabajando entre 1 y 5 acres, agrupados alrededor de un núcleo corporativo. El núcleo corporativo proporciona insumos y procesos técnicos, educativos y financieros, y/o mercadea los productos. En un círculo creciente de beneficios socioeconómicos, conforme se incrementa la productividad de los pequeños propietarios, puede ofrecerse trabajo a campesinos sin tierras, y tanto los pequeños propietarios como los campesinos son incorporados a la economía monetaria, con la dinámica de desarrollo general que ello implica. El enfoque más efectivo es uno holístico que involucre a todos los segmentos de la comunidad rural, particularmente las mujeres. Este artículo ofrece datos empíricos de historias de casos en los países en desarrollo y a partir de estos datos (y una extensa exposición de los autores a los problemas y oportunidades de los agronegocios a nivel mundial) deriva implicaciones de políticas para el sector público e implicaciones de estrategias para el sector privado. Al planificar la transición hacia sociedades sustentables, el concepto de “orden de preferencias” (“triage”) es éticamente repugnante, políticamente explosivo, y económicamente devastador. Un enfoque efectivo al problema de la agricultura eliminaría el actual orden de preferencias que actualmente existe de facto, en el que el desbalance alimentos/personas conduce a la muerte de cientos de millones mediante la hambruna y la malnutrición.

Palabras clave: balance mundial alimentos/personas; precariedad; suministro; precios; capacidad de producción del mundo en desarrollo; buena tierra arable; falta de infraestructura; inversión de capital; políticas de ayuda; sector privado; pequeños propietarios; núcleo corporativo; enfoque holístico; datos empíricos; historias de casos; implicaciones; políticas para el sector público; orden de preferencias.

(9) “Hacia los fondos de inversión privada para ayuda al desarrollo” (Toward private investment funds for development aid), Matthias Von Oppen, pp. 201-210.

La ayuda en condiciones favorables desde el mundo desarrollado ha sido reconocida como una manera constructiva de ayudar a los países menos desarrollados a escapar del círculo vicioso de pobreza y penuria. Se requeriría duplicar o triplicar los actuales niveles de contribución. Sin embargo, estos requerimientos exceden las capacidades de los países donantes bajo los actuales arreglos institucionales. Este artículo explora una salida a éste dilema. Con la ayuda de un esquema para reclutar fondos de inversión directamente de inversionistas privados, la elección del nivel y dirección de la ayuda para el desarrollo podría trasladarse de la esfera pública a la privada. Los gobiernos donantes, en lugar de gastar el dinero de impuestos directamente en la ayuda, podrían emplear este dinero para apoyar tasas de interés sobre bonos de ayuda al desarrollo emitidos a tasas preferenciales a pequeños inversionistas. Estos bonos serían emitidos no por los gobiernos nacionales, sino por instituciones bancarias internacionales existentes, tales como el Banco Mundial, etc. El esquema operaría como sigue: (1) Participaría activamente un gran número de inversionistas privados. Esta participación probablemente incrementaría la productividad y ahorros de los inversionistas; (2) los bonos de inversión serían firmados a favor de países seleccionados por los inversionistas, si ellos así lo desean; (3) los países receptores no estarían atados a acuerdos bilaterales; (4) el expertise de las instituciones bancarias aseguraría desembolsos de préstamos comparativamente eficientes; (5) la suma de fondos de desarrollo comprometidos individualmente excedería la cantidad que la elección pública es capaz de generar bajo una regla de mayoría.

Palabras clave: ayuda al desarrollo; países desarrollados; países donantes; fondos de inversión privados; traslado de la esfera pública a la privada; apoyo gubernamental a tasas de interés de bonos privados.

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FJBS Admin