Vol. 29, No. 10, Diciembre 1997


Publicado en: miércoles 31, diciembre, 1997

(1) “Asia del Sur: Dentro de cincuenta años” (South Asia: Fifty years on), Ziauddin Sardar (pp. 883-890).

(2) “Volviendo a casa: sexo, mentiras y todas las “l” en India” (Coming home: Sex, lies and all the ‘l’ in India), Ziauddin Sardar (pp. 891-908).

Las naciones estado de India y Pakistán no pueden hacerle frente a la diversidad étnica y complejidad cultural de Asia del Sur. Para elevarse por encima de la división étnica y de las peleas comunales, las naciones estado de la región deben unirse como una civilización. A través de un análisis del gran escritor urdu de cuentos cortos, Sadat Hassan Manto, Este artículo explora varias avenidas a través de las cuales los estados nación fragmentados del subcontinente pueden sanar sus yos divididos y proporcionar un genuino hogar civilizacional para al pueblo de la India.

(3) “La fantástica batalla India-Pakistán” (The fantastic India-Pakistan battle), Ashis Nandy (pp. 909-918).

La batalla India-Pakistán no está referida a la historia. En lugar de ello se refiere al futuro de pasados “reconstruidos”, con mitos que enmarcan el destino de Asia del Sur conforme ingresa al Siglo Veintiuno. La India no puede siquiera concebirse a sí misma, o siquiera desarrollar una definición de sí misma, sin referencia a Pakistán -aunque la referencia es a menudo a un Pakistán imaginario, fantaseado; y Pakistán devuelve la cortesía. El hecho llano es que los mitos e historias, culturas y tradiciones, y visiones y aspiraciones de estos dos países están tan atados juntos que no solo no tiene significado hablar sobre unos sin cualquier referencia al otro, sino incluso imaginarlos como naciones estados distintivamente diferentes. Todos los estados del Sur de Asia son construcciones modernas y como tales son entidades imaginarias, construidas artificialmente y limitadas a fronteras geográficas fijas.

(4) “Asia del Sur: Antes y después” (South Asia: Before and after), SP Udayakumar (pp. 919-935).

Desde que el enfoque de dos dientes de “divide y manda” de los británicos y la teoría de “dos naciones” de las fuerzas comunales condujeron a la partición del subcontinente, las elites de los países del sur de Asia siempre han bifurcado la historia moderna de la región con el divisor de la independencia. El período contemporáneo comprende así el “antes de 1947” cuando mandaban los británicos y el “después de 1947” cuando las ideas británicas mandan. Tratando de desmistificar el demasiado familiar análisis del “antes y después” de las elites y sus pomposos planteamientos de “logros” post-independencia, este artículo intenta eludir ese esquema, exponiendo la vacuidad de tales planteamientos. El autor exhorta a los pobres de Asia del Sur a poner la independencia detrás de ellos como otro evento político importante en la larga historia de la región y dirigirse hacia delante con preparaciones colectivas para sus futuros comunes.

(5) “Una Asia del Sur post-nacionalista” (A post-nationalist South Asia), Imtiaz Ahmed (pp. 937-944).

Las ideas de “nación”, “seguridad nacional” y “desarrollo” han jugado ad hoc con las culturas del Sur de Asia. La noción de “estado nación” ha tendido a reproducir aspiraciones de las mayorías de los pueblos, que a menudo son reconstruidas por categorías ajenas, y conduce a la alienación de las comunidades minoritarias. Virtualmente todos los conflictos étnicos en el Sur de Asia tienen sus raíces en esta idea. Un futuro más viable y deseable para Asia del Sur descansa en repensar el modelo de desarrollo y reinventar las nociones de estado y seguridad.

(6) “Futuros para Pakistán: ¿Diluvio o destino?” (Futures for Pakistan: Deluge or destiny?), Khurshid Ahmad (pp. 945-954).

Cincuenta años de historia de Pakistán se caracterizan por dos principales asuntos: primero, ideológico, ie, el papel de los ideales políticos y sociales del Islam y los procesos para su implantación, y el reto para ellos por parte de las fuerzas del secularismo; y segundo, el choque y conflicto entre las fuerzas de la democracia y el despotismo. Estas dos áreas han sido examinadas mayormente en la literatura como conflictos distintos y en cierta mediad autónomos. El hecho es que en el contexto musulmán ellos representan dos caras de la misma moneda. El autor argumenta que la democratización es una piedra de toque en la islamización, y el logro de las aspiraciones islámicas sólo es posible a través de la promoción de procesos democráticos.

(7) “Los futuros de la democracia en Pakistán: Una perspectiva liberal” (The futures of democracy in Pakistan: A liberal perspective), Inayatullah, Sarah Inayatullah, Sohail Inayatullah (pp. 955-970).

Debido al dominio de las instituciones de estado sobre las instituciones políticas, Pakistán no ha experimentado una consolidación gradual de la democracia durante sus cincuenta años de edad. Esto queda manifiesto en la falta de raíces de constitucionalismo, la ausencia de un poder judicial totalmente autónomo, un sistema de partidos bien desarrollado y elecciones justas celebradas de manera regular. Los desarrollos políticos recientes, tales como el gradual retiro de las instituciones del estado, particularmente los militares, de la arena política, mayor asertividad del sistema judicial, el recorte parlamentario de los poderes presidenciales y el surgimiento de conciencia política entre el pueblo han mejorado las posibilidades de supervivencia de la democracia en el país. Su subsecuente consolidación dependerá de la capacidad de los líderes electos para abordar los serios problemas de disenso étnico y religioso, vulnerabilidad financiera, pesado endeudamiento, inflación disparada, y disparidades económicas serias.

(8) “Sri Lanka: Futuros más allá del conflicto” (Sri Lanka: Futures beyond conflict), Purnaka L de Silva (pp. 971-983).

No hace mucho Sri Lanka era retratada como un estereotipo de democracia estable, modelo, habitada por nativos amistosos y amantes de la alegría; un lugar en el sol reservado para el disfrute, un oasis en el llamado “Tercer Mundo” (cargado de pobreza y enfermedades); un virtual paraíso lo mismo para los turistas que para los nativos. En realidad, Sri Lanka ha visto la ebullición de luchas revolucionarias y fervor nacionalista, desde intentos de golpes de estado para capturar el poder hasta las dirigidas a la liberación y la auto-determinación. El autor argumenta que el modelo de democracia parlamentaria es el responsable de la violencia étnica y el derramamiento de sangre en esta isla. Dicho modelo aseguró el surgimiento de la elite política post-colonial, la que luego se aseguró de que todas las tendencias hegemónicas del colonialismo se preservasen y atrincherasen. Para darle forma a futuros viables para Sri Lanka es imperativo que se inicie un nuevo código ético y moral de buen gobierno -incluyendo la transparencia en el gobierno y la política.

(9) “Disciplina y autoridad: algunas notas sobre historias futuras y epistemologías de India” (Discipline and authority: Some notes on future histories and epistemologies of India), Vinay Lal (pp. 985-1000).

Aunque los precedentes cien años han estado marcados por derramamientos de sangre sin precedentes, es claramente indisputable, conforme el cierre del siglo se acerca, que la dominación será ejercida de manera creciente a través de las categorías puestas en un altar por los sistemas modernos de conocimiento. Más allá del advenimiento de estudios subalternos, feminismo y estudios culturales, la academia hindú muestra todos los signos de que permanece colonizada. Retar y desafiar a las disciplinas académicas formales, que son los principales vehículos a través de los cuales se ejercita la hegemonía del aparato intelectual occidental, es imperativo si la India quiere tener un futuro donde su propio espíritu, cultura y tradiciones intelectuales no estén comprometidos. Como prolegómeno a la manera en que las futuras historias y epistemologías de la India podrían verse, se sugiere que los intelectuales de la India piensen “más del resto”, y “menos del occidente”, de la misma manera en que deben encontrar a un occidente menos opresivo con el cual puedan cohabitar.

(10) “Investigación por las personas, para las personas” (Research by the people, for the people), Richard Sclove (p. 1001).

(11) “Definiendo indicadores para evaluar empresas socialmente responsables” (Defining indicators to assess socially responsible enterprises), Michael Hopkins (pp. 1001).

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