Vol. 35, No. 1, Febrero 2003


Publicado en: jueves 27, febrero, 2003

(1) “Maneras de explorar el futuro de la Ley Social Europea” (Ways of exploring the future of the European Societal Bill), M. Zappacosta (pp. 1-5).

(2) “Dándole forma a la Ley Social: tendencias pasadas y futuros en educación, pensiones y gastos de atención a la salud” (Shaping the Societal Bill: past and future trends in education, pensions and healthcare expenditure), R. Busse, G. Wurzburg, M. Zappacosta (pp. 7-24).

Educación, pensiones y atención de la salud son los principales componentes de la Ley Social en Europa. Aquí se analizan las principales tendencias y rupturas de tendencias que le darán forma a la ley en las próximas décadas. Envejecimiento de la población, cambios en la estructura de los hogares, progreso tecnológico, nueva organización del trabajo y el ocio, cambios en la estructura y regulación del mercado de trabajo, y crecientes flujos de inmigración, son los principales factores que presionarán para que haya una reforma de los sistemas sociales en Europa. Entender como todas estas variables se relacionan entre sí es un reto complejo que requiere ser tratado con métodos de elaboración de pronósticos tanto cuantitativos como cualitativos.

(3) “La futura ley social: alternativas metodológicas” (The future societal bill: methodological alternatives), Emilio Fontela (pp. 25-36).

Este artículo define primero consideraciones económicas sobre la cuenta social, apuntando hacia la importancia de las elecciones públicas para establecer participaciones adecuadas para los procesos de mercado y de no-mercado. La investigación de futuros proporciona un componente fundamental para los estudios de políticas en esta área. Se hace una descripción de la contribución de los modelos cuantitativos relativos a la contabilidad demográfica y social, y sus extensiones. Más allá del modelado estadístico, se describen también otros métodos de investigación de futuros que procesan opiniones de expertos, incluyendo el modelado estructural interpretativo y la elaboración de escenarios. El artículo sugiere la necesidad de establecer un vínculo más estrecho entre las opiniones de expertos y los modelos demográficos como una prioridad para los estudios de los futuros.

(4) “Demografía como una herramienta de elaboración de pronósticos” (Demography as a forecasting tool), Thomas Lindh (pp. 37-48).

La población europea está envejeciendo con rapidez. Esto implica relaciones económicas y sociales cambiantes entre generaciones. A su vez, ello precipita el cambio económico. En particular, en el futuro la cuenta de bienestar para más dependientes debe ser pagada por una población trabajadora más pequeña. Este cambio fundamental también cambia las condiciones de crecimiento de productividad, comercio y hasta la política monetaria. Empleando proyecciones demográficas para pronosticar estos cambios e integrarlos en escenarios futuros contribuye a darle realismo a los futuros imaginados. Los procesos demográficos pueden ser influidos por las políticas, pero la realimentación es lenta. Esto asegura la utilidad de los pronósticos demográficos, pero también implica que es necesario tomar las decisiones de políticas con mucha anticipación a los problemas que serán causados por el envejecimiento. En horizontes de más de 10 a 20 años existen amplias oportunidades para adaptar a la sociedad para evitar escenarios inaceptables. Antes de eso el margen de acción es mucho menor y mucho más limitado. La inercia de la estructura demográfica es tal que es difícil y probablemente costoso revertir tendencias indeseables causadas por estructuras de edades desbalanceadas. Por ejemplo, una consecuencia probable de la escasez de trabajo que se está desarrollando es que la demanda de educación baja a pesar de lo deseable que resulta para la sociedad la expansión de la educación superior.

(5) “Contabilidad generacional como una herramienta para modelar el gasto social en Europa” (Generational accounting as a tool for modelling social expenditure in Europe), Karen Feist (pp. 49-59).

Ejerciendo una creciente presión para reformas, el proceso de envejecimiento demográfico actualmente en progreso en Europa será determinante principal del desarrollo del gasto social. Este artículo presenta una introducción al método de contabilidad generacional, un instrumento diseñado para capturar los efectos del cambio demográfico sobre los futuros presupuestos públicos. El método se ilustra mediante contabilidades generacionales para Francia y una comparación entre países de las responsabilidades públicas implícitas en Europa. Pesando las ventajas y debilidades del método unas contra las otras, el artículo discute el papel que la contabilidad generacional puede y debería jugar en el modelado del futuro del gasto social en Europa.

(6) “Vinculando los gastos sociales a los estilos de vida de los hogares” (Linking social expenditures to household lifestyles), Faye Duchin, Klaus Hubacek (pp. 61-74).

Comunidades y gobiernos en todas las sociedades proporcionan asistencia social contra contratiempos temporales y desgracias da larga duración que caen sobre los individuos y los hogares. Los países de la Unión Europea tradicionalmente han proporcionado una relativamente extensa red de seguridad apoyados por el éxito de sus economías de mercado. Hoy los sistemas de bienestar social de la Unión Europea están siendo sometidos a cambios masivos en la demografía, a dificultades en el financiamiento de los servicios sociales, y a nociones cambiantes sobre el contrato social. Hay razones para creer que la autodependencia se volverá más importante que en el pasado, al menos para ciertos segmentos de la población de la Unión Europea. Los hogares, junto con los tomadores de decisiones de las corporaciones y los gobiernos, son actores económicos clave dentro de la sociedad civil y agentes potenciales del cambio social. Escenarios audaces sobre el futuro y análisis con raíces en la teoría y métodos de las ciencias sociales pueden ser una combinación poderosa para informar las iniciativas personales y comunitarias, así como a las políticas de bienestar social. La economía estructural es un marco de referencia para organizar información cuantitativa sobre las actividades de producción y de consumo en una base de datos y para usarla para analizar escenarios sobre el futuro. A través de la matriz de contabilidad social, este enfoque es generalizado para describir actividades de las instituciones sociales y vincular cambios tecnológicos a cambios en las estructuras sociales. Esta matriz es también útil por derechos propios como un conjunto de estadísticas descriptivas consistentes que son una extensión de datos recolectados por las oficinas nacionales de estadística.

(7) “Modelando el sistema de pensiones” (Modelling the pension system), José A. Herce (pp. 75-87).

Este artículo argumenta que el modelado de las pensiones debería ser un proceso parsimonioso empleando diferentes metodologías para diferentes propósitos. Existe un rango de metodologías y está siendo usado extensivamente en diferentes países y sectores. Los modelos de contabilidad agregada muy simples pueden arrojar resultados robustos para la sustentabilidad de los sistemas de pensiones, un asunto que preocupa a la mayoría de los analistas y gobiernos. Mientras que los modelos derivados formalmente más sofisticados tienen la ventaja de arrojar resultados que toman en cuenta los efectos del equilibrio general, los modelos ad hoc tienen la ventaja de ser capaces de tratar mejor la estructura fina de los programas y fórmulas de pensiones. Centrándose en el sistema de pensiones español para ilustrar los resultados de un modelo ad hoc, se presentan brevemente varias aplicaciones: indicadores de sustentabilidad hasta el horizonte 2050, efectos de flujos migratorios crecientes, y una evaluación de la reciente reforma a la legislación de pensiones. Se presta alguna atención al hecho de que los asuntos y comportamientos sociales están entrelazados con las pensiones de una manera difícil de ser capturada por las metodologías de modelado estándar.

(8) “Para resumir: evitando futuros no sustentables” (To sum up: avoiding unsustainable futures), J. A. Herce, F. Duchin, E. Fontela, T. Lindh (pp. 89-97).

Un resumen analítico de las discusiones sobre la Ley Social Europea hace pensar que los “futuros inaceptables” pueden evitarse. Los artículos en este Número Especial de la revista Futures han tratado de desenvolver las muchas facetas de la Ley Social, esto es, los comportamientos, y su contraparte financiera, de los grupos sociales más afectados por los cambios demográficos esperados. Ello se hizo en particular centrándose en estrategias de modelado que traducen comportamientos parametrizados en flujos económicos a través del canal de arreglos institucionales que actualmente operan en las sociedades europeas, i.e., condiciones de elegibilidad y fórmulas de impuestos y beneficios. Con respecto a este último punto, no debe olvidarse que ciertos comportamientos responden estratégicamente a ciertas condiciones de elegibilidad. El propósito de este artículo es concluir sobre las implicaciones de los análisis previos. Estas implicaciones son muy variadas y son resumidas a diferentes niveles. A pesar de una cierta postura pesimista empleada ocasionalmente para enfatizar las consecuencias de no hacer nada, los autores desean argumentar que una adaptación social pronta puede ser una manera de evitar lo que más tarde llaman “futuros inaceptables”. De cierta manera, lo que hacen en este capítulo no es un análisis de futuros completo, pues exploran principalmente el escenario de “tendencias” más que anticipar futuros alternativos, más aceptables; sin embargo, sí incluyen algo sobre alternativas más tarde. Por lo pronto, emplean el escenario de los “futuros inaceptables” para evaluar el orden de magnitud del reto por delante y la necesidad de actuar. La adaptación social es obviamente la palabra clave para la acción. Los individuos, por naturaleza, tratarán siempre de contrarrestar aquellos desarrollos que los golpean de peor manera, y los arreglos institucionales y administrativos deberían facilitar esto, asegurando a la vez compatibilidad social. El combustible para el motor de cambio -la acción individual- siempre estará ahí, pero el propio motor debe cambiar para seleccionar los mejores comportamientos y crear los incentivos correctos. La innovación institucional para mejorar el bienestar va así más allá de un mero balance financiero de la Ley Social; si está bien diseñada también implicará la solidez financiera. Esta última, sin embargo, puede ser obtenida sin la primera. Pero sin innovación institucional y cambio de comportamientos, la solidez financiera de la Ley Social difícilmente haría que estuviésemos mejor.

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