Número 363, Mayo 2010


Publicado en: lunes 31, mayo, 2010

(1) «Principio de la responsabilidad» (Le principe de responsabilité).Editorial Hugues de Jouvenel. (pp. 3-4)

(2) «El reto de las enfermedades infecciosas». (Le defí des maladies infectieuses). Nicolás Simón, consejero científico del grupo de Futuribles. (pp. 5-11)

Como introducción a nuestro informe especial sobre las enfermedades infecciosas, Nicolás Simón recuerda algunos de los episodios dramáticos que pudieron haber ocurrido en el pasado. También muestra los éxitos en la lucha, por ejemplo, contra la viruela, al tiempo que destaca la magnitud de la epidemia del VIH / SIDA y la malaria, que son principalmente sufridos por las poblaciones de los países con menos recursos. El autor destaca, no obstante, la magnitud de los esfuerzos realizados desde mediados de la década de los 90′ por la comunidad internacional y los beneficios de sus efectos que han podido resultar. Muestra también, cuál sería el desastre de estas enfermedades si se hubiese relajado su combate e insiste en la oportunidad sobre la necesidad de continuar sobre ello, intensificándolo por el papel motor que pueden jugar estos efectos en ciertos países, las organizaciones no gubernamentales y las fundaciones, incluso, a través de una institución tan notable como lo es el Fondo Mundial contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria. Pero no se equivoquen, dice Nicolás Simón, esto vuelve a ser una vez más una cuestión prioritaria.

(3) «El riesgo de la pandemia gripal; 2009 y después?» (Le risque de pandémie grippale ; 2009 et après?). William Dab et Nina Testut, médico epidemiológico, profesor titular de la cátedra de Higiene y Seguridad CNAM. (pp. 13 – 30)

En marzo de 2009, la gripe A (H1N1), es declarada en México. A finales de mayo, ya ha matado a 45 mexicanos e infectado a casi 3,800 personas; más de 10,000 casos han sido confirmados en todo el mundo, incluidos alrededor de 5,500 en los EE.UU. El 11 de junio, mientras que el virus está afectando a más de 27,000 personas en 74 países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la alerta máxima nivel 6, es decir, el estado de una pandemia mundial. Esta pandemia ha llevado a una «epidemia muy activa, moderadamente severa, pero atípica en términos de tiempo», escribe William Dab y Nina Testut, quienes hacen hincapié en el carácter imprevisible de la evolución de todos los virus de la influenza. «La gestión de las epidemias de gripe es esencialmente una de gestión de la incertidumbre», escriben los autores, y «es imposible gestionar un riesgo de seguridad sanitaria relacionado con una cantidad sustancial de incertidumbre, sin la confianza de las partes interesadas.» En vista de ello, William Limanda Testut y Nina hacer una primera evaluación de la gestión de la pandemia en Francia, define las razones y el papel de «la ola de controversia que acompaña a la crisis de salud el pasado verano, y buscar sobre cómo los franceses perciben estos diferentes elementos. «Este virus A (H1N1) ha sido finalmente un analizador de notables de la sociedad francesa, como lo demuestran los dos autores.

(4) «La lucha contra el paludismo, una victoria en la mano» (La lutte contre le paludisme, une victoire a portée de main), Michele Barzach et Sylvie Chantereau. Ministra de la Salud y de la Familia en Francia de 1986 – 1998. (pp. 31 – 45)

Silencioso y ausente de la lucha contra la malaria durante un largo período, la comunidad internacional finalmente ha despertado a finales de 1990, para combatir «masivamente» la lucha de esta enfermedad. Una enfermedad totalmente erradicada en el norte, pero todavía existente en los países pobres – casi un millón de muertes al año, sobre todo en el África en la parte baja del Sahara – se atacan a los más vulnerables: las mujeres, los niños menores de cinco años, las personas con VIH / SIDA, las poblaciones desplazadas. El paludismo (o malaria) es una «enfermedad de la pobreza», declaro aquí Michèle Barzach y Sylvie Chantereau. «Factor de desestabilización social individual y colectiva,» ella aprueba desde un punto de vista económico y social, a los países que azota esta enfermedad. «La malaria puede llegar a pesar hasta un 50% del gasto de los hogares que proporcionan directamente esta carga […]» dicen los autores. Esto costaría «más de 12 mil millones de dólares americanos reflejado en pérdida del PIB [producto interno bruto] en el África baja del Sahara». Sin embargo, esta enfermedad se puede evitar mediante la prevención y un tratamiento eficaz, señaló Michèle Barzach y Sylvie Chantereau. Una realidad que ha tomado conciencia la comunidad internacional, que ya lleva una década la batalla contra la malaria sin precedentes – el financiamiento de esta lucha a nivel internacional, pasó de menos 100 millones de dólares americanos en 2003 a 1.6 mil millones de dólares en 2009. En este contexto, los autores no dudan en que «hoy, todas las condiciones para combatir la malaria se pueden controlar de manera eficaz en todas las áreas que afectan esta enfermedad en el mundo, e incluso llegar a erradicarse en algunos países.» Es por eso, insisten, sin embargo, que los esfuerzos, incluyendo la investigación y su financiamiento debe continuarse.

(5) «La investigación sobre las enfermedades infecciosas; la investigación mundial médica biomédica entre negligencias y prioridades» (La recherche mondiale biomédicale entre néglegences et priorités). Jean-Paul Moatti et Jean-François Delfraissy. Profesor de economía , director de la Unidad Mixta de investigación Ciencias Económicas y Sociales, sistemas de salud y sociedad coordinada por el INSERM. (pp. 47- 61)

A pesar de la alarma lanzada a finales de 1980 por la Comisión de Investigación en Salud para el Desarrollo puesta de manifiesto en la Organización Mundial de la Salud (OMS), la investigación y desarrollo en el campo de la salud es centró principalmente hoy en día, sobre las enfermedades que afectan a las poblaciones de los países más ricos. Esta realidad se explica, en parte, que «más de mil millones de personas, que viven casi en su totalidad en los trópicos y subtrópicos, sufren en la actualidad de una o más enfermedades olvidadas», precisan Jean-Paul Moatti y Jean-François Delfraissy. Sin embargo, los autores señalan un ligero cambio desde mediados de la década de los 90′. Debido a la globalización, aumenta el riesgo de una pandemia, los países más ricos se están dando cuenta que «su» salud es también proteger mejor a toda su población. Este conocimiento ha permitido la elaboración en el año 2000, de los objetivos del desarrollo en el nuevo milenio, en los que la comunidad internacional se ha comprometido, entre otras cosas, a aumentar los esfuerzos en la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. Pero los esfuerzos que restan son aún insuficiencientes señalan Jean-Paul Moatti y Jean-François Delfraissy, para quienes ahora es necesario ir más allá, reforzando, por ejemplo, los acuerdos multilaterales tales que la OMS y el Fondo Mundial en la lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria o paludismo multiplicando esfuerzos con sus pares en el Norte y el Sur. Es urgente, según ellos, que la investigación sea considerada un «bien público mundial».

(6) «En primer lugar, la Geografía; con relación al artículo de Robert Kaplan; La venganza de la geografía» (La géographie d’abord; à propos de l’article de Robert Kaplan « The Revenge of Geography »). Bernard Cazes, miembro del comité de redacción de Futuribles. (pp. 63 – 69)

Robert D. Kaplan, en un reciente artículo intitulado «La venganza de la Geografía», publicado en la revista política extranjera , se apoya con base en tres de los grandes clásicos de la geopolítica anglosajona – Alfred Mahan, Sir Halford Mackinder y Nicholas Spykman – para reafirmar, con fuerza, que si el hombre propone, la naturaleza dispone. Tomando en cuenta, así como la geografía física y humana determina, más que cualquier otra cosa, la evolución de la situación geopolítica mundial. El determina sobre estas bases, poner en evidencia cuáles son las principales áreas de tensión, y aquellas en las que están por aparece. Bernard Cazes ha examinado esta tesis donde considera que este tema tiene límites en su análisis.

(7) «La internet ; unión y desilusión». (Internet; unions et désillusions). André-Yves Portnoff. Director del observatorio de la revolución de inteligencia en Futuribles. (pp. 71 – 75)

¿Los medios de comunicación en frío señalan por qué el correo electrónico no sustituye a la reunión física? Por el contrario, como se muestra por André-Yves Portnoff, internet se ha convertido en un medio omnipresente y eficaz en la formación hasta de uniones matrimoniales. Pero – ¡Internet diablo! – Se revela como, a través de sitios como Facebook, un formidable instrumento para espiar en la vida de las personas, y una herramienta para hacer y deshacer parejas.

(8) «Iniciar la reforma de los pensionados» (Amorcer la réforme des retraites). Jacques Bichot, economista profesor emérito de la Universidad de Lyon. (pp. 77 – 95)

No hay duda – pensamos – de la necesidad obvia desde hace tiempo de una reforma profunda en el sistema de pensiones francés, incluso aunque sólo sea por el inevitable proceso de envejecimiento demográfico tomando a la luz una de las más crecientes variables la proporción de la gente que se dice «ancianos» de la población total, y a priori el desequilibrio entre el número de años de trabajo durante el cual los franceses cubrieron sus contribuciones durante los años que tuvieron un ingreso. La reforma en la que en este caso no es necesario incluir algunos ajustes paramétricos, implica una revisión completa del sistema.

Jacques Bichot ha sido sin duda el primero en proponer una revisión radical del sistema de pensiones francés que consiste primero, en terminar la diversidad («absurdo, injusto e ineficaz») en la unificación de los régimes de ellos, a continuación, crear un lugar de retiro individual (en lugar de depender de las anualidades). Su objetivo será entonces doble: hacer que los trabajadores libres sean responsables de su pensión, haciendo hincapié en alentar a cada uno del indispensable esfuerzo de la solidaridad nacional.

Aunque el autor reconoce que una reforma radical en las condiciones actuales, no se puede aplicar de la noche a la mañana. Él lo explica mostrando cómo una operación realizada en Suecia, cuando las condiciones eran más favorables, esto ha sido largo y difícil. ¿Qué puede hacer entonces Francia en 2010 para no esquivar el tema y por lo menos avanzar hacia un «big bang» que se requiere?

Jacques Bichot descrive las medidas que estima pertinentes adoptar a partir de ahora para introducir en el Régimen o Sistema General, un mecanismo propio para garantizar la estabilidad financiera de los sistemas y permitir que los franceses puedan beneficiarse de su pensión con un adecuado manejo actuarial conforme sus contribuciones. Este artículo muestra así cuales serían las primeras etapas a comprometerse e iniciar los pasos para comenzar realmente la reforma.

(9) «Cohesión Territorial y la solidaridad comunitaria o territorial» (Cohésion territoriale et solidarité communautaire). Jean-François Drevet. (pp. 97 – 102)

La Unión Europea «promueve la cohesión territorial y la solidaridad entre los Estados miembros», cabe señalar que esto se manejo en el último proyecto del Tratado de Lisboa. La mención de este nuevo objetivo lleva a Jean-François Drevet cuestionar aquí el concepto de cohesión territorial «aun poco utilizado a nivel europeo». Así, después de levantar la foto de las políticas puestas en práctica a nivel nacional, en países como Alemania, Suiza y Francia, sus puntos positivos y sus efectos preocupantes, el autor examina sobre los mecanismos de solidaridad implantados a nivel europeo.

Según él, el presupuesto de la UE es ahora la evidencia de una escasa capacidad redistributiva – las transferencias netas entre los Estados miembros representan una cuarta parte del presupuesto de la Unión Europea – y se muestra «incapaz de participar masivamente en las políticas de estímulo». Situación que «supone (sobre todo en tiempos de crisis económica y financiera), el aumento de los riesgos para la estabilidad en la zona del euro». Es entonces esencial, dice Jean-François Drevet, que este nuevo objetivo de la cohesión territorial forme parte de las prioridades.

(10) «Actualidades prospectivas, ideas y eventos portadores de futuro» (Actualités prospectives, idées & faits porteurs d’avenir). (pp. 103 – 112)

(11) «Bibliografía, análisis críticas y rendición de cuentas», (Bibliographie, analyses critiques & comptes rendus). (pp. 113 – 125)

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