Número 373, Abril 2011


Publicado en: sábado 30, abril, 2011

(1) Editorial: «El crecimiento sobrado» (La croissance sobre), Hugues de Jouvenel, pp. 3-4.

El pico del petróleo se alcanzó en 2006, afirma Jean Laherrère en este número: La producción de petróleo convencional ha llegado a un techo, excluyendo el petróleo del Ártico, la plataforma marina profunda, el petróleo pesado y extra pesado, y las otras fuente que no podrán proporcionar sino un complemento marginal de energía. El pico de l producción de gas está en riesgo de seguir hacia los alrededores de 2025-2030. Así, los dos picos ocurrirán antes de lo previsto, y preludian una declinación inevitable de la producción, aún cuando la demanda no cesa de crecer…

(2) «La perspectivas petroleras y gaseras» (Les perspectives pétrolières et gazières), Jean Laherrère, pp. 5-28.

Fue hace cinco años, en enero de 2006, que Futuribles le dedicó un número especial importante (No. 315) a los prospectos de la energía y el efecto invernadero. Ese era ya un tiempo de gran preocupación sobre esta cuestión y varios artículos ofrecieron análisis de los prospectos pesimistas para el desarrollo de fuentes de energía y los asuntos alrededor del cambio climático. Entre ellos, un artículo de Jean Laherrère bosquejó los prospectos de los recursos petroleros, mostrando la magnitud en la que la información en esta área era disparatada, no fiable e incluso cuestionable, siendo a menudo altamente política. Como uno de los escritores más pesimistas sobre la cuestión, Laherrère nos recordó la inminente llegada del «pico de petróleo» (el preludio de una declinación en la producción global de petróleo) y la necesidad de repensar nuestros estilos de consumo para adaptarlos a una nueva edad en la que, conforme la energía se vuelve más escasa, será crecientemente más cara. Cinco años después, Jean Laherrère regresa a las columnas de Futuribles en ocasión de un nuevo número especial sobre energía y el clima, para actualizarnos sobre los prospectos globales de la producción de petróleo y gas. Empieza por recordar cuán políticamente manipulada y no fiable puede ser la información en esta área, dependiendo de su fuente, las unidades de medición empleadas, etc. Enfatiza, también, que desde el punto de vista de muchos expertos, el pico de petróleo se alcanzó en 2006 y que la situación está actualmente en un valle, justo antes de una declinación en la producción de petróleo (gradual o súbita, dependiendo de si se implantan o no medidas económicas limitantes). Por su parte, la producción de gas debería alcanzar su pico alrededor de 2025-2030. Jean Laherrère especifica las reservas que quedan, cómo son éstas explotadas y comercializadas actualmente, y los prospectos que se visualizan para el más largo plazo (también muestra cuán equivocados han estado los pronósticos del precio del gas en el pasado). Como él lo enfatiza, en conclusión, tanto con el petróleo como con el gas debemos estar conscientes de que el mundo no tiene recursos infinitos y, dado que las alternativas no nos permiten, de momento, compensar futuras escaseces de recursos energéticos, corresponde a los individuos prepararse para entrar a la era de la sobriedad energética.

Palabras clave: mundo; recursos minerales; energía; petróleo; clima; gas; precios; futura escasez.

(3) «El crecimiento verde, ¿una ilusión? Energía y riesgo climático: repensar nuestros modelos de desarrollo» (La croissance verte, une illusion ? Énergie et risque climatique : repenser nos modèles de développement), Benjamin Dessus, pp. 29-46.

Pasan los años y van y vienen conferencias internacionales, con su cuota de gritos de alarma y llamados a la acción para contrarrestar al cambio climático. Pero en realidad se han lanzado muy pocos programas de gran escala en cualquier parte del mundo involucrando acciones concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Como alguien que ha estado en campaña durante muchos años a favor de políticas para el control del consumo de energía, Benjamin Dessus muestra aquí que el reto energético es tan grande como no lo ha sido nunca antes en un mundo de poblaciones en expansión en el que la mayoría de los pueblos aspira a alcanzar el nivel de desarrollo de los países del norte, a pesar del hecho de que nuestro clima probablemente no puede soportar tal estado de cosas. Argumenta aquí contra diversas suposiciones comunes, tales como la idea de centrarse exclusivamente en el CO2 en la lucha contra el calentamiento global, la necesidad de un crecimiento económico continuo del orden del 2% anual, o la excesiva fe en los mecanismos de Mercado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. También enfatiza las ambigüedades del llamado crecimiento «verde» y compara diferentes escenarios de conservación de la energía. De esta manera, muestra que, contra una línea de razonamiento relativamente dominante, basada en gran medida en soluciones tecnológicas (a veces casi utópicas) y la continuación de un crecimiento económico sostenido, existen trayectorias más efectivas basadas en un consumo individual y colectivo de energía más sobrio y una desaceleración seria del crecimiento económico en los países más desarrollados, si no es que de hecho un alto total de dicho crecimiento (aunque estas son más ambiciosas, en tanto que requieren una revolución en el comportamiento de las personas más ricas). Concluye proponiendo algunos cursos de acción para implantar un programa tal en un país como Francia, mostrando la extensión en que los modos de vida modernos tendrán que cambiar y cuán urgente es hoy debatir estos asuntos si se quiere lograr un cambio tal sin -excesivo- dolor.

Palabras clave: ambiente; clima; crecimiento económico; modos de vida; Francia.

(4) «Los escenarios sobre la energía y el clima. El antes y después de Copenhague» (Les scénarios sur l’énergie et le climat. L’avant et l’après-Copenhague), Patrick Criqui y Constantin Ilasca, pp. 47-64.

Siguiendo su contribución al número especial «Prospectos energéticos y efecto invernadero» (Futuribles, No. 315, enero 2006), donde presentó un recuento de los principales escenarios de previsión sobre la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero, Patrick Criqui (con Constantin Ilasca) muestra aquí cómo han evolucionado los escenarios en esta área desde 2007. Aunque el enfoque largamente favorecido consistía en empezar por fijar metas globales para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, establecidas en conferencias internacionales, y construir escenarios de políticas nacionales alrededor de ellas (el llamado enfoque «de arriba hacia abajo»), el rápido crecimiento económico de los países emergentes (particularmente China) y el regreso de Estados Unidos a las negociaciones internacionales sobre cambio climático han alterado el estado del juego. Desde el Acuerdo de Copenhague de fines de 2009 parecería entonces más lógico, argumentan Patrick Criqui y Constantin Ilasca, empezar a partir de políticas y metas establecidas a nivel nacional para luego desarrollar los escenarios sobre cambio climático global (el llamas enfoque «de abajo hacia arriba»). Criqui e Ilasca plantean este cambio de paradigma en detalle. Por ejemplo, presentan la mirada hacia adelante de las emisiones de gases de efecto invernadero tal como se veía antes de Copenhague, principalmente con base en evaluaciones de los costos asociados con las políticas de mitigación requeridas para limitar el calentamiento climático. Luego analizan varios escenarios de transición denominados «post-carbón» (que se suponen suenan la campana de la muerte de la era de emisiones masivas de CO2), combinando políticas climáticas, sustentabilidad energética y modos de desarrollo económico. Finalmente, muestran el cambio que se ha estado desarrollando desde el Acuerdo de Copenhague y la ahora manifiesta tensión entre objetivos globales ambiciosos (limitar el calentamiento global a 2°C hasta el año 2100) y realidades nacionales que conducen a compromisos más limitados (particularmente en las economías emergentes) -un nuevo contexto que podría dar lugar a nuevas familias de escenarios que incorporen el sacrificio del bienestar global en el altar de la (tristemente, menos sustentable) prosperidad nacional.

Palabras clave: cooperación internacional; energía; clima; escenarios; post-carbón; gases de efecto invernadero; Acuerdo de Copenhague; objetivos globales; realiodades nacionales.

(5) «El cambio climático después de Cancún. Un acuerdo sobre los principios, pero sin palancas de acción» (Le changement climatique après Cancun. Un accord sur les principes mais sans leviers d’action), Anaïs Delbosc y Christian de Perthuis, pp. 65-84.

El cambio climático y sus potencialmente serias consecuencias para nuestro planeta aparecieron por primera vez en la agenda de importantes negociaciones internacionales en la Cumbre de Río en 1992. Siguieron arduas negociaciones, que culminaron en el Protocolo de Kioto en 1997, mismo que estableció metas cuantificadas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2012. Desde entonces, la configuración de las altamente complejas negociaciones (dado el gran número de participantes y la disparidad de situaciones económicas) ha cambiado mucho, como pudo verse en la conferencia de Copenhague de diciembre de 2009 y, más recientemente, el acuerdo logrado en Cancún a fines de 2010. Anaïs Delbosc y Christian de Perthuis, observadores cercanos de los asuntos económicos relativos al clima, resumen en este artículo el estado de las negociaciones internacionales sobre clima. ¿A dónde hemos llegado? ¿Cómo se han desarrollado las discusiones? ¿Cuáles son los puntos de acuerdo y desacuerdo? ¿Qué mecanismos económicos han sido implantados? Luego de revisar la historia, Delbosc y de Perthuis bosquejan el acuerdo de Cancún, antes de mirar con mayor detalle al «sistema de geometría variable de compromisos». Muestran, en particular, que tan difícil es comparar los compromisos hechos por las varias partes de las negociaciones. Sin embargo, enfatizan que los países desarrollados están, en general, quedándose cortos frente a las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático. Luego formulan varias propuestas diseñadas para lograr el compromiso de reducir aún más las emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo, fortaleciendo y unificando el sistema de medición y verificación sobre cómo los diferentes países están alcanzando los objetivos a los que ellos mismos se han comprometido, y a la vez tomando en cuenta sus diferentes situaciones. Finalmente, proponen un uso más eficiente de los distintos instrumentos económicos ya existentes, y nos recuerdan las debilidades que no fueron resueltas por el acuerdo de Cancún, mismas que la Conferencia de Durban, programada para fines de 2011, tendrá que trabajar para superarlas.

Palabras clave: cooperación internacional; clima; aspectos económicos; política fiscal.

(6) «¿Climatizar al planeta? Las perspectivas de la ingeniería climática» (Climatiser la planète ? Les perspectives de l’ingénierie climatique), Baptiste Marsollat, pp. 85-102.

Durante ya varios años el calentamiento global ha ocupado un lugar preponderante en la lista de retos importantes que la humanidad tiene que enfrentar y es, por tanto, de manera lógica, el foco de negociaciones internacionales regulares cuyo objetivo es contribuir a una solución. Por el momento, sin embargo, las únicas respuestas políticas internacionales para reducir el cambio climático atacan la causa identificada del problema -las emisiones de gases de efecto invernadero- con la intención de reducir el volumen de dichas emisiones en el menor tiempo posible. Sin embargo, como Baptiste Marsollat muestra aquí, existen otras respuestas más tecnológicas que consisten, no en trabajar sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, sino en ya sea capturar/aprender dichos gases, o, de manera más ambiciosa, modificar la radiación solar para reducir el calentamiento global en proceso. Ello significaría aplicar las técnicas de ingeniería del clima o geo-ingeniería. Tal prospecto ha generado gran controversia, pero no puede, por ello, ser ignorado indefinidamente en el pensamiento sobre el combate del calentamiento global. Este artículo revisa la material de la ingeniería del clima (¿qué es y en que medida podemos hacerla?) y el papel que podría jugar en la batalla contra el cambio climático. Muestra cómo esta opción -tabú desde hace tiempo- esta ahora encontrando un lugar dentro de la mayoría de los círculos oficiales en el mundo anglo sajón. Sin esconder las preocupaciones a las que puede dar lugar, más o menos justificadas, Marsollat muestra que, frente a una elección dramática, podríamos optar al final por la ingeniería del clima como una manera de combatir al calentamiento global. Y desde una perspectiva más proactiva, también sugiere que debiéramos reflexionar sobre cuán apropiado podría ser usarla para darle forma al clima del planeta y, de esa manera, satisfacer otros diversos retos importantes.

Palabras clave: ambiente; clima; modos de vida; tecnología; emisiones de gases de efecto invernadero; ingeniería del clima; geo-ingeniería.

(7) «Energía: Nuevo dato económico y político. A propósito del libro de Jean-Pierre Hansen y Jacques Percebois, Energía, economía y políticas» (Énergie: nouvelle donne économique et politique. À propos du livre de Jean-Pierre Hansen et Jacques Percebois, Énergie. Économie et politiques), Jacques Lesourne, pp. 103-108.

Si existe un sector en el que el estado de juego ha cambiado radicalmente en las últimas décadas, ese es el sector energético. Dicho sector ha sido afectado simultáneamente por el prospecto de que los principales combustibles fósiles se agotarán, por el impacto sobre el clima de nuestro planeta del consumo de esta energía fósil (implicando recurrir en mayor medida a fuentes renovables), y por el rápido desarrollo económico de grandes naciones que consumen cantidades crecientes de energía. Las políticas relacionadas con la energía (particularmente las políticas económicas y tecnológicas) están siendo desarrolladas, de hecho, en un contexto crecientemente internacional y complejo, que, a veces, es muy difícil apreciar. Afortunadamente, dos científicos en asuntos energéticos, Jean-Pierre Hansen y Jacques Percebois, han publicado un levantamiento muy comprehensivo de este nuevo estado de juego económico y político en el campo energético: Energía, economía y políticas (Énergie. Économie et politiques, Bruselas, De Boeck, 2010). Claramente no es posible que el artículo trate todas las cuestiones que enfrentan, pero en esta reseña Jacques Lesourne, quien ha leído el libro para Futuribles, demuestra con claridad su importancia y presenta al lector las principales facetas del trabajo que lo hace una herramienta de referencia para todos los involucrados en este sector, incluyendo a los más especializados.

Palabras clave: energía; políticas; aspectos económicos; aspectos políticos.

(8) Tribuna europea: «Hungría, la democracia y Europa» (La Hongrie, la démocratie et l’Europe), pp. 109-114.

El traspaso de la presidencia de la Unión Europea de Bélgica a Hungría en enero de 2011 causó cierto revuelo. El gobierno húngaro, retado por la aprobación de una ley que es vista ampliamente como supresora de la libertad, fue llamado enfáticamente a rendir cuentas sobre la cuestión de los derechos humanos y los principios democráticos -algo raro en las políticas «internas» de la Unión Europea. Como lo muestra aquí Jean-François Drevet, el que Hungría haya asumido la presidencia de la Unión en este contexto plantea tres preguntas importantes: ¿Cuál es el papel de las presidencias semestrales en una Unión de 27 miembros que ahora tiene un Presidente del Consejo Europeo y un Alto Representante para Asuntos Internacionales y Seguridad? ¿Cómo puede la Unión obligar a que se respeten los derechos humanos y la democracia dentro de los estados miembros? Y, ¿puede un país aprobar una ley que aplica a los miembros de la nación especificada en esa ley (que es probable, por tanto, que se aplique más allá de sus fronteras)? Esta columna examina estas tres preguntas y señala los varios asuntos relacionados con ellas.

Palabras clave: Unión Europea; Europa Central y Oriental; cuadro institucional; democracia; derechos humanos; Hungría; legislación nacional.

(9) Actualidades prospectivas: «Ideas y hechos portadores de futuro» (Idées & faits porteurs d’avenir).

(10) Bibliografía: «Análisis críticos y rendición de cuentas» (Analyses critiques & comptes rendus).

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