Vol. 25, No. 3, Abril 1993


Publicado en: lunes 19, abril, 1993

(1) «La sustantiva base de conocimientos de los estudios de los futuros» (The substantive knowledge base of futures Studies), Richard A. Slaughter (pp. 227-233).

(2) «De ‘¿quién soy’ a ‘¿Cuándo soy?’: Enmarcando la forma y tiempo del futuro» (From ‘who am I?’ to ‘when am I?’: Framing the shape and time of the future), Sohail Inayatullah (pp. 235-253).

Con la intención de ayudar a crear una comunidad interpretativa, este artículo: (1) articula un marco epistemológico alternativa para comprender el futuro; (2) examina la estructura de imágenes del futuro -principalmente la imagen del presente continuado, catástrofe, reversión a un pasado estable, y transformación; (3) explora patrones lineales, cíclicos y espirales de cambio social; y (4) argumenta que una teoría ideal del futuro debe ser capaz de problematizar el tiempo y negociar muchos significados del tiempo, incluso cuando podría estar comprometida con una construcción particular del tiempo.

(3) «Una manera de recorrer el laberinto: Lo que los futuristas hacen y cómo lo hacen» (A way through the maze: What futurists do and how they do it), Martha J. Garrett (pp. 254-274).

Una miríada de metodologías, claramente diferentes diseños de estudio, definiciones en conflicto de términos clave, y un debate perpetuo sobre el propósito pueden dar la impresión de que el campo de los futuros es un laberinto de desorden. Esta sensación, sin embargo, desaparece una vez que se percibe que, aunque persisten profundas diferencias en filosofía, Buena parte del desarreglo es resultado de la naturaleza multi-nivel de las actividades de futuros, la variación en el énfasis dado a componentes comunes de estudios y proyectos, la adaptación creativa de métodos estándar, y el grado en que los procesos subyacentes son reconocidos. Un análisis exhaustivo de los detalles no puede proporcionar la orientación necesaria para ver este patrón, pero ésta puede adquirirse mirando al campo desde una perspectiva más distanciada.

(4) «Metáfora y el lenguaje de los futuros» (Metaphor and the language of futures), Anthony J. N. Judge (pp. 275-288).

Este artículo recuerda brevemente algunas de las funciones cognitivas de las metáforas. Luego considera rasgos del lenguaje que tienden a condicionar las maneras de aproximarse al futuro -incluso al grado de ser consideradas trampas metafóricas. La preocupación es resaltar oportunidades inexploradas para reenmarcar actitudes a lo que podría surgir, ya sea como problemas, organizaciones, sistemas de información o marcos de referencia conceptuales. Aquellas formas de metáforas que estimulan o limitan las estrategias individuales o colectivas son las que resultan de principal interés. Aquí el foco está puesto en asuntos en ingles; los retos se multiplican muchas veces cuando se toman en consideración otros lenguajes -especialmente cuando se asume que las traducciones entre lenguajes no plantean asuntos conceptuales fundamentales.

(5) «Conceptos de futuros» (Futures Concepts), Richard A. Slaughter (pp. 289-314).

Los conceptos de futuros han sido mayormente descuidados en la búsqueda de nuevas metodologías y enfoques. Con todo, puede argumentarse que ellos proporcionan una fundación simbólica en evolución para toda la empres de futuros. Si bien las metodologías son importantes, son principalmente los conceptos y las ideas las que permiten un discurso de futuros. Este artículo considera 20 tales conceptos que forman una parte importante del núcleo de los estudios de los futuros. Tales conceptos son un valioso recurso disciplinar en su propio derecho y, por tanto, deberían de resaltados con mayor claridad en los cursos y publicaciones sobre futuros.

(6) «Más extraño que la ficción: ¿Cuán importante es la ciencia ficción para los estudios de los futuros?» (Stranger than fiction: How important is science fiction for futures studies?), Ian Miles (pp. 315-321).

Se dice a menudo que la ciencia ficción es significativa debido a su habilidad para predecir cambios sociales y tecnológicos y traer al frente asuntos importantes, algunas veces antes que los estudios de los futuros. Este artículo explora la relación entre los dos campos de actividad y examina en qué medida los investigadores de estudios de los futuros emplean la ciencia ficción, y de qué manera. ¿Es la ciencia ficción de profunda importancia para los estudios de los futuros, o desmerece al teñir a los estudios de los futuros con imágenes papilla?

(7) «Innovación social y movimientos ciudadanos» (Social innovation and citizen movements), Hazel Henderson (pp. 322-338).

Los movimientos ciudadanos, ahora globales lo mismo que nacionales y locales, son impulsores clave para cambiar a las sociedades. Constituyen una forma en evolución de gobernanza democrática, que algunas veces rivaliza con la influencia de cabezas de estado, generales, científicos, inventores y ejecutivos corporativos de multinacionales. El poder de los últimos fluye de estructuras existentes e históricas, mientras que el poder de los movimientos de los ciudadanos es informal, impredecible y a menudo no es notado por las elites hasta que surge como una masa crítica. Así, las herramientas conceptuales de la dinámica de sistemas no-lineales, caos y modelado de la complejidad son apropiadas para estudiar tales movimientos. Su relevancia para los estudios de los futuros y su papel en la innovación social se derivan de su habilidad para aparecer en los intersticios en estructuras sociales, a menudo proporcionando realimentación correctiva y enfoques creativos para la evolución social. Tales movimientos generalmente constituyen «sistemas sociales de alerta temprana» señalando disfunciones, y a menudo pueden volverse destructivos si su energía e ideas no encuentran acomodo de maneras apropiadas.

(8) «Un visión general de las organizaciones de futuros occidentales» (An overview of western futures organizations), Rolf Homann, Peter H. Moll (pp. 339-347).

Este artículo da una mirada crítica a las organizaciones de futuros. Sugiere que, mientras muchas de ellas juegan papeles importantes en un número de áreas, también se ven detenidas por prioridades, estructuras y procesos contra-productivos. Los autores basan su análisis en gran medida en ejemplos occidentales. Por tanto, no pretenden hablar por otras regiones, pero tienen la esperanza de estimular revisions críticas similares escritas por ciudadanos de dichas regiones.

(9) «Salvedades sobre el futuro del conocimiento» (Caveats about the future of knowledge), W. Basil McDermott (pp. 348-350).

(10) «Anticipación y escenarios no son sinónimos» (Anticipation and scenarios are not synonymous), Michel Godet (pp. 350-351).

(11) «Defectos de los estudios de los futuros» (Future studies defects), Yehezkel Dror (pp. 351-352).

(12) «El futuro en los márgenes» (The future on the margins), Eleonora Barbiere Masini (p. 353).

(13) «La visión de una mujer pakistaní» (A Pakistani woman’s vision), Samar Ihsan (pp. 354-355).

(14) «Entendiendo el cambio» (Understanding change), Magda Cordell McHale (pp. 355-356).

(15) «Cinco maneras para desarrollar la base de conocimientos» (Five ways to develop the knowledge base), Allen Tough (p. 357).

(16) «Un punto de vista ruso» (A Russian view), Igor Bestuzhev-Lada (p. 358).

(17) «Estudios de los futuros: ¿Confort en medio de la turbulencia?» (Future studies: comfort amidst turbulence?), Donald N. Michael (p. 359).

(18) «La transición a la sustentabilidad» (The transition to sustainability), Lester W. Milbrath (p. 360).

(19) «Textos europeos de futuros» (European futures texts), Kjell Dahle (pp. 361-364).

(20) «Textos indios de futuros» (Indian futures texts), Satish C. Seth (pp. 364-366).

(23) «Textos australianos y sud asiáticos de futuros» (Australian and south Asian futures texts), Tony Stevenson (pp. 366-369).

(24) «Textos de la Cuenca del Pacífico de futuros» (Pacific Basin futures texts), Wendy Schultz (pp. 369-372).

(25) «Textos británicos de futuros» (British futures texts), Graham H. May (pp. 372-374).

(26) «Publicaciones recibidas» (Publications received), (pp. 375-376).

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