Vol. 25, No. 10, Diciembre 1993


Publicado en: viernes 31, diciembre, 1993

(1) «Transformaciones: Las nuevas ocho edades del capitalismo» (Transformations: The eight new ages of capitalism), Ernest Sternberg (pp. 1019-1040).

Muchos autores observan que la economía capitalista está pasando por un cambio mayúsculo. Ellos ven a la resultante nueva edad económica de manera variada como una economía post-industrial de la información, una economía post-moderna de imágenes, una economía globalmente interdependiente, una nueva economía mercantilista dominada por corporaciones globales, una economía empresarial port-fordista, una economía guiada por movimientos sociales, y una economía bajo la esclavitud de los nuevos fundamentos. Cuando estas nociones de transformación económica son convertidos en ítems, exhiben un rasgo sobresaliente: cada uno en sí mismo parece plausible, aunque todos ellos en combinación cuestionan y se contradicen unos a otros. El capitalismo parece estar sufriendo varias transformaciones simultáneas que conducen hacia direcciones contrarias. Este artículo propone, por tanto, que no deberíamos de tratar de buscar una descripción verdadera del cambio capitalista contemporáneo. En su lugar, deberíamos construir nuestras habilidades para discernir, y actuar sobre, múltiples posibilidades capitalistas.

(2) «Lo que las futuras generaciones necesitan de nosotros» (What future generations need from us), Allen Tough (pp. 1041-1050).

¿Qué necesitan las futuras generaciones de nosotros? Varios procedimientos, incluyendo juego de papeles individual y colectivo, en 13 lugares de nueve países pueden ayudarnos a responder esta pregunta. En general, las generaciones futuras necesitan una oportunidad igual (una herencia tan benéfica como fue la nuestra), el que nos preocupemos por su bienestar, y atención a sus necesidades en nuestras legislaturas y parlamentos. Sus necesidades particulares son que nos concentremos en la paz y la seguridad, el ambiente, los peores riesgos de todos, gobernanza, la base de conocimientos, niños y aprendizaje. Las necesidades de las futuras generaciones podrían proporcionar la pieza central para una nueva ética global que mejore nuestros prospectos para un futuro positivo.

(3) «Disolviendo las ataduras de lo fijo: Un papel para la construcción social para tratar con la dislocación ambiental» (Dissolving the stranglehold of the fix: A role for social construction in dealing with environmental dislocation), Frank G. Fisher (pp. 1051-1062).

El actual enfoque a la dislocación e innovación ambiental está caracterizado como «dualista». En el artículo se describe el dualismo, se trabajan sus implicaciones, y se propone la existencia de otro enfoque, «dialéctico». Una visión dialéctica del mundo, se sugiere, complementa las fortalezas del dualismo y extiende nuestro alcance intelectual. Tal punto de vista estimula el reconocimiento de contextos sociales y epistemológicos de constructos dualistas y de las dislocaciones que surgen cuando éstos son puestos en operación. Permite una extensión de nuestro involucramiento con el mundo desde la rendición de cuentas hasta la responsabilidad. Se ofrecen ejemplos mundanos en los que se revelan las implicaciones dialécticas y las construcciones sociales, mostrando que son una base efectiva para resolver, o evitar, la dislocación.

(4) «Repensando las instituciones centrales de la sociedad moderna: ciencia y negocios» (Rethinking the central institutions of modern society: science and business), Willis W. Harman (pp. 1063-1070).

Una parte significativa de este número de Futures está dedicada a la siguiente presentación de Willis Harman, y una serie de respuestas de futuristas prominentes -un coloquio, si se quiere. El artículo de Harman, escrito previamente a la Conferencia de Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, en junio de 1992, desarrolla más el argumento que hiciera en Cambio mental global (Global Mind Change) y otras obras. Harman argumenta que los orígenes de nuestros problemas actuales están en el sistema de creencias que apoyan a nuestra estructura económica. Los síntomas se aliviarán sólo si cambia nuestra visión del mundo. Los autores de la seis respuestas encuentran meritorio el artículo de Harman, aunque no todos aceptan su diagnóstico o sus recomendaciones.

(5) «Ambiente, desarrollo y sistemas de creencias» (Environment, development and belief systems), Kjell Dahle (pp. 1070-1074).

(6) «Cayendo en un hoyo negro entre filosofía, misticismo y políticas» (Falling into a black hole between philosophy, mysticism and policy), Yehezkel Dror (pp. 1074-1077).

(7) «Surgimiento de una sociedad circunspecta: Introduciendo instituciones reflexivas» (Emergence of a circumspect society: introducing reflexive institutions), Frank G. Fisher (pp. 1077-1082).

(8) «La evolución del espíritu» (The evolution of spirit), William E. Halal (pp. 1082-1084).

(9) «Paradigma post-newtoniano o ¡quiebre!» (Post-Newtonian paradigm or bust!), Christopher B. Jones (pp. 1085-1088).

(10) «En busca de la socioeconomía de la no acción» (In quest of the socioeconomics of non-action), Anthony J. N. Judge (pp. 1088-1093).

(11) «La formula de futuro; o, ¿existen lecciones en la historia?» (The future formula; or, are there lessons in history?), I. F. Clarke (pp. 1094-1102).

Con este artículo I.F. Clarke da un vistazo a los mega-historiadores que han repasado la historia en busca de explicaciones finales para el surgimiento y caída de las civilizaciones. Argumenta que cada civilización crea el futuro en su propia imagen -un ciclo perpetuo de renovación para los griegos; un camino derecho a la eternidad para el mundo medieval; y la promesa de mejora constante, moral y material, para los victorianos. La inesperada escala del cambio en la Primera Guerra Mundial transformó las viejas certidumbres de progreso estable, y la respuesta más extrema vino en la forma del notorio Declinación del Occidente (Decline of the West), de Oswald Spencer. I.F. Clarke dice que mirar hacia atrás es un negocio peligroso. Piensa que todos los posibles buscadores del espíritu de los tiempos pasados deberían empezar cada día recitando el pasaje en el Fausto de Goethe: «Lo que usted llama el espíritu de las edades pasadas no es sino el espíritu de este o aquel caballero valioso en cuya mente están reflejadas esas edades».

(12) Reseña de libro: «¿Por qué estudios de los futuros?» (Why futures studies?, Eleonora Barbieri Masini, London, Grey Seal, 1993, 144 pages, £20.00), Kjell Dahle (pp. 1103-1105).

(13) Reseña de libro: «La enciclopedia de ciencia ficción» (The encyclopedia of science fiction, John Clute y Peter Nicholls (editores) y Brian Stableford (editor contribuyente), London, Orbit Books, 1993, 1370 pages, £45.00), I. F. Clarke (pp. 1105-1106).

(14) Reseña de libro: «La carrera al estado inteligente: Hacia la economía global de la información de 2005» (The race to the intelligent state: Towards the global information economy of 2005, Michael Connors, Oxford, Blackwell, 1993, 221 pages, £35.00, Oscar H. Gandy Jr (pp. 1107-1108).

(15) Reseña de libro: «Mundo sin fin: Economía, ambiente y desarrollo sustentable» (World without end: Economics, environment and sustainable development, David Pearce y Jeremy Warford, Oxford, Oxford University Press, 1993, 440 pages, £27.50 (hardback)), Peter Rawcliffe (pp. 1109-1110).

(16) Reseña de libro: «Desarrollo económico y el ambiente: Una comparación de desarrollo sustentable con la economía del desarrollo convencional» (Economic development and the environment: A comparison of sustainable development with conventional development economics, Raymond F. Mikesell, London, Mansell, 1992, 152 pages, £37.50), Peter J. Stoett (pp. 1111-1112).

(17) «Reuniones» (Meetings), (pp. 1113-1114).

(18) «Índice del volumen 25» (Index to volume 25), (pp. 1115-1120).

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