Vol. 26, No. 2, Marzo 1994


Publicado en: sábado 19, marzo, 1994

(1) «Visiones de sustentabilidad: Introducción» (Visions of sustainability: Introduction), Michael Marien (pp. 115-116).

(2) «Bloques de tropiezos hacia una sociedad sustentable: Incoherencias en premisas clave sobre el modo en que funciona el mundo» (Stumbling blocks to a sustainable society: Incoherences in key premises about the way the world Works), Lester W. Milbrath (pp. 117-124).

Una sociedad que tiene la esperanza de tener políticas sabias, debe comunicarse con claridad. En la mayoría de los países ello es actualmente imposible debido a incoherencias en las premisas clave que los agentes tienen sobre cómo funciona el mundo. Este artículo identifica un conjunto de premisas clave sostenidas por grupos de liderazgo en la mayoría de las sociedades contemporáneas (llamado el paradigma social dominante -PSD) y lo contrasta con diferentes premisas sobre estos mismos asuntos sostenidas por los seguidores de un nuevo paradigma ambiental (NPA). Las premisas subyacentes al NPA se basan en las últimas investigaciones de la ciencia ambiental; retan profundamente las premisas del PSD. Las sociedades organizadas de acuerdo con estos distintos paradigmas serían profundamente diferentes. Las sociedades dominadas por el PSD son no sustentables. La naturaleza será nuestra maestro más poderoso conforme aprendemos nuestro camino a un Nuevo paradigma, más sustentable.

(3) «Trayectorias al desarrollo sustentable: El papel de los indicadores sociales» (Paths to sustainable development: The role of social indicators), Hazel Henderson (pp. 125-137).

Este artículo revisa el actual debate sobre nuevos indicadores de riqueza y progreso y cómo está cambiando el significado de «desarrollo». El objetivo de un desarrollo sustentable es clarificar la confusión de los medios (i.e., la actual obsesión con el crecimiento económico) con un verdadero desarrollo humano evolucionario como los fines que deben perseguirse dentro de las tolerancias ecológicas del planeta. El artículo también revisa el debate sobre la revisión de las cuentas nacionales tal como se prevé en la Agenda 21 y la mejor manera de aumentar tales «tarjetas de calificación» con indicadores adicionales de progreso general y calidad de vida. Se combina una revisión histórica del movimiento de indicadores sociales con una discusión sobre nuevos indicadores de costos y beneficios sociales. Este debate no es sino una guerra de paradigmas, epistemología y metodología.

(4) «Cambiando las señales de la población de Estados Unidos para un futuro sustentable» (Changing the USA’s population signals for a sustainable future), Virginia Abernethy (pp. 138-145).

El crecimiento de población en Estados Unidos tiene ramificaciones importantes para la economía mundial, el ambiente y la sociedad. Si las tendencias presentes continúan, la población podría duplicarse en menos de 70 años. La inmigración y los niños nacidos de inmigrantes después de su llegada a Estados Unidos dan cuenta del 50% del crecimiento de la población, y se proyecta que esta proporción crecerá continuamente. Progreso en la reducción del déficit, equidad y oportunidades para todos los estadounidenses, y un ambiente más sano quedarían bien servidos cerrándole la puerta temporalmente a la inmigración mientras la nación almacena sus recursos y objetivos.

(5) «Compartiendo la carga en la transición hacia la sustentabilidad ambiental» (Burden sharing in the transition to environmental sustainability), Robert Goodland, Herman Daly, John Kellenberg (pp. 146-155).

Un consumismo sin freno en las naciones desarrolladas, marcado por un creciente uso de recursos ambientales, compite con un crecimiento demográfico creciente en las naciones en desarrollo como las principales amenazas a la sustentabilidad ambiental. El artículo examina el asunto de la sustentabilidad a través de la identidad I = P x R xT (Impacto ambiental = Población x Riqueza x Tecnología), donde el impacto de cualquier población o nación sobre las fuentes y pozos ambientales es un producto de su población, su nivel de riqueza y el daño causado por las tecnologías que apoyan a esa riqueza. La estabilización de la población es esencial en la transición hacia la sustentabilidad. De igual manera, la reducción del consumo, el alivio de la pobreza, y la mejor administración de los recursos ambientales son factores clave de dicha transición. Finalmente, las transferencias de tecnología a las naciones de bajos ingresos son vitales para reducir el producto ambiental. Para cerrar, el artículo bosqueja prioridades para naciones lo mismo de altos que de bajos ingresos, señalando que se necesitan cambios en las percepciones públicas sobre el concepto de desarrollo para evitar sobrepasar la capacidad de carga de la Tierra.

(6) «Imágenes alternativas de un futuro sustentable» (Alternative images of a sustainable future), Robert L. Olson (pp. 156-169).

La incertidumbre sobre los cambios que serán necesarios en las naciones industriales para alcanzar un futuro sustentable pueden resumirse en términos de tres escenarios: (1) «Crecimiento continuado con control de la contaminación»; (22) «Transformación tecnológica»; y (3) «Transformación social». La ecuación IPRT (Impacto ambiental = Población x Riqueza x Tecnología) se emplea para estimar la factibilidad de estos escenarios. El análisis sugiere varias percepciones. Podría ser posible reducir los impactos ambientales a aproximadamente una centésima parte de su nivel actual, pero ello no puede lograrse a través de enfoques convencionales de «crecimiento con control de la contaminación». Una sociedad sustentable es factible y, de hecho, son posibles diferentes rutas a diferentes clases de futuros sustentables. El progreso tecnológico es un factor crítico de éxito, pero necesitamos elegir tecnologías a la luz de la clase de sociedad que queremos crear. Más importante, los escenarios sugieren que la idea de una sociedad sustentable puede formularse como una imagen positiva del futuro capaz de inspirar cambios.

(7) «Una transición desde la agricultura hacia los sistemas alimentarios regenerativos» (A transition from agriculture to regenerative food systems), Kenneth A. Dahlberg (pp. 170-179).

Como parte de la mayor transformación hacia una era post combustibles fósiles, se espera que ocurran transformaciones importantes en la agricultura industrial. Ello no sólo porque la agricultura industrial es una fuente importante de la no sustentabilidad de las sociedades industriales, sino porque ella es en sí misma no sustentable. El desarrollo de los tipos de sistemas alimentarios y de fibras regenerativos y sustentables necesarios involucrará: (1) una reestructuración y descolonización de los sistemas industriales; (2) el mantenimiento y mejora de los sistemas alimentarios indígenas y tradicionales; y (3) Cambios conceptuales y de valores hacia enfoques de sistemas, análisis contextual por niveles, y el uso de modelos de salud más que modelos de economía/productividad como los criterios básicos de evaluación.

(8) «Integrando las necesidades humanas en nuestra visión de sustentabilidad» (Integrating human needs into our vision of sustainability), Mary E. Clark (pp. 180-184).

La sustentabilidad es tratada a menudo como algo que debe ser logrado simplemente mediante evaluaciones cuantitativas, mejoras tecnológicas, más cualesquiera ajustes de comportamiento que se requieran para «regresarnos a la sustentabilidad». Pero ponemos demasiado énfasis en los dos primeros, ignorando las razones de nuestro «mal comportamiento» actual. Rara vez nos preguntamos qué clases de ajustes de comportamiento «funcionarán»: ¿qué se requiere para satisfacer nuestras profundas necesidades humanas de «significado» e «identidad»? Este artículo propone que algunos mapas culturales sirven a estas necesidades mejor que otros, y que el «mapa» competitivo, jerárquico, del «Occidente» dominante contiene expectativas de comportamiento que fallan en la satisfacción de estas necesidades. Con todo, cuestionar el «mapa» de cualquiera es amenazante. Enfrentamos el dilema perene de cambiar los modos de pensamiento sin crear resentimientos. Para ello, podemos mirar alrededor del mundo en busca de lugares donde está en marcha una reconstrucción positiva, de ejemplos de cooperación y construcción de comunidades, empleándolos como textos para la sustentabilidad.

(9) «El futuro del trabajo en América del Norte: Buenos trabajos, malos trabajos, más allá de los trabajos» (The future of work in North America: Good jobs, bad jobs, beyond Jobs), Sally Lerner (pp. 185-196).

Ninguna sociedad democrática que se rehuse a enfrentar y tratar con las necesidades básicas de sus ciudadanos será sustentable. El cambio tecnológico rápido y la globalización de la actividad económica están reestructurando la economía de América del Norte, y con ello la naturaleza y futuro del trabajo en Estados Unidos y Canadá. Existe ahora una pregunta clara, aunque apenas articulada, sobre si el empleo seguro, de tiempo completo, con salarios adecuados, estará disponible para la mayor parte de la fuerza laboral de Estados Unidos, al menos durante los próximos 30 a 60 años, o bien si el «crecimiento sin empleos», el subempleo y el empleo contingente se volverán la norma, tal como ocurrió primero en el Reino Unido y es la tendencia creciente en otras naciones industrializadas. Este artículo ofrece una revisión y evaluación de varias opciones de políticas para tratar con los patrones cambiantes del trabajo en Estados Unidos. El objetivo de este artículo es extender la búsqueda de enfoques democráticos a estas nuevas realidades, de tal manera que América del Norte puede mantener una viabilidad tanto sociopolítica como económica, y hacerlo sin sacrificar su «capital» ambiental.

(10) «Sustentabilidad como un proceso evolutivo» (Sustainability as an evolving process), Dennis Pirages (pp. 197-205).

El número creciente de seres humanos y los estilos de vida industriales que han abrazado se han combinado para abrumar a los sistemas naturales que son sustento de la vida sobre la Tierra. Así como el proceso de selección natural forja una relación entre las restricciones de la naturaleza y el genoma humano, un proceso similar, la evolución sociocultural, vincula a la naturaleza con un «genoma sociocultural». El genoma sociocultural dominante, el producto de la evolución industrial, contiene ahora mucha información defectuosa que debe ser filtrada a través de un proyecto del genoma social de largo plazo. La sustentabilidad, en este contexto, es vista como un proceso de análisis y remediación de las deficiencias dentro del genoma social de tal manera que pueda restaurarse el equilibrio entre las demandas humanas de servicios ambientales y la capacidad del ambiente para proporcionarlos. Se suguieren nuevas maneras de aproximarse a la eficiencia, como guías de un proceso en marcha de transformación social que conduzca al desarrollo de sociedades futuras más sustentables.

(11) «Cambiando de rumbo: Un bosquejo de estrategias para un futuro sustentable» (Changing course: An outline of strategies for a sustainable future), Walter H. Corson (pp. 206-223).

Las actuales tendencias en el crecimiento demográfico, uso de recursos y degradación ambiental podrían no ser sustentables más que durante unas cuantas décadas. Este artículo resume estas tendencias, propone una definición amplia de sustentabilidad que incluye dimensiones ecológicas, ambientales, económicas, sociales, éticas, culturales y políticas, y lista cambios requeridos para hacer la actividad humana más sustentable. También se consideran barreras al cambio, agentes e instrumentos específicos de cambio, y conflictos inherentes entre los objetivos sociales y la sustentabilidad ecológica. Se identifican más de cien indicadores para evaluar el progreso hacia la sustentabilidad ecológica y social a nivel global, nacional y local. Se dan ejemplos de iniciativas prometedoras que representan un progreso hacia un futuro sustentable.

(12) «Mercadeo social para la sustentabilidad: El caso de la conservación de energía residencial» (Social marketing for sustainability: The case of residential energy conservation), Doug McKenzie-Mohr (pp. 224-233).

Mientras que actualmente existen tecnologías para reducir las emisiones de carbono dramáticamente, todos los sectores de la economía han sido lentos en su adopción. Esta falta de éxito se debe en parte a las suposiciones que los agentes de cambio han hecho al diseñar campañas de mercadeo social para promover la conservación de energía. Las campañas de mercadeo social han utilizado primariamente el «modelo económico racional» del comportamiento humano. Este modelo del comportamiento humano es sicológicamente naïve y las campañas basadas en él han sido poco eficientes. Sin embargo, es posible diseñar una campaña de mercadeo social basada en principios sicológicos sociales que tenga una mucho mayor probabilidad de éxito. Este artículo introduce variables sicológicas sociales que son relevantes para la conservación de energía en el sector residencial e ilustra cómo el autor entrena a algunos auditores a utilizarlas.

(13) «Construyendo una especie-civilización sustentable: Un reto de cultura y conciencia» (Building a sustainable species-civilization: A challenge of culture and consciousness), Duane Elgin (pp. 234-245).

La crisis de sustentabilidad es vista generalmente en términos materiales -demasiada contaminación, recursos insuficientes, y demasiada gente. Para construir un futuro sustentable, la humanidad debe buscar debajo de estos retos físicos y confrontar una crisis más profunda en la cultura y la conciencia. Hasta que aceptemos estos retos no-materiales a la sustentabilidad no seremos capaces de hacer los muchos cambios materiales requeridos para construir una civilización duradera a escala planetaria. Cuando rompamos la hipnosis cultural del consumismo y podamos imaginar maneras ecológicas de vivir, y cuando esos modos de vivir se conecten con una visión clara de un futuro sustentable para la Tierra que co-creamos junto con otros ciudadanos a través de la conversación continua de una democracia consciente, y cuando podamos lograr la reconciliación en marcha entre los diversos miembros de la familia humana, entonces tendremos una base realista para hacer los cambios tecnológicos y materiales requeridos para hacerle frente al reto de construir una civilización de especies sustentable.

(14) «Infoglotonería y problemas en competencia: Barreras clave que sugieren una nueva estrategia para la sustentabilidad» (Infoglut and competing problems: Key barriers suggesting a new strategy for sustainability), Michael Marien (pp. 246-256).

La esperanza de una sociedad sustentable es alentada por muchas ganancias recientes en la comprensión de los problemas ambientales y por una amplia variedad de acciones positivas tomadas en años recientes. Con todo, es incierto cuánto progreso neto, si alguno, se está haciendo. Debería prestarse más atención a barreras clave, dos de las cuales se discuten aquí. La sobrecarga de información, o infoglotonería, traída por el auge de la sociedad de la información, crea una plétora de distracciones de entretenimiento y comerciales de nuestros muchos problemas -y a menudo hace más difícil comprender nuestros problemas. Otros problemas en competencia, más inmediatos en sus demandas y/o más fácilmente apreciados, sirven para desplazar el interés en la persecución de la sustentabilidad. Estas barreras probablemente suibsistirán, tal como lo sugieren tres escenarios: «Falso éxito»; «Mini-éxito-retroceso»; y «Retroceso evidente». Cualquier reducción sustancial en la probabilidad de estos escenarios requerirá una nueva estrategia para la sustentabilidad que le haga frente a la infoglotonería mediante una inversión sustantiva en un alcance efectivo, y reconozca problemas en competencia vinculando a la sustentabilidad con esas preocupaciones.

Escrito por:

FJBS Admin