Publicado en: miércoles 11, octubre, 2000
(1) «Ensayos en antropología anticipativa» (Essays in anticipatory anthropology), Victoria M. Razak (pp. 717-727).
(2) «Distopia darwiniana: la forma de las cosas por venir» (Darwinian dystopia: the shape of things to come), G. A. Clark (pp. 729-738).
Reconociendo que la evolución no tiene dirección, tomando forma solo del contexto y la historia, y que predecir el futuro es, por tanto, un asunto riesgoso, se ofrecen escenarios de futuros de «corto plazo» (los siguientes siglos) y de «largo plazo» (decenas o centenas de miles de años). El futuro de corto plazo estará determinado por la aparición de corporaciones transnacionales que representan niveles de complejidad social mayores que los de un estado nación. Mejor descrito como capitalismo laissez-faire en una carrera enajenada, el surgimiento de transnacionales controladas por poderosas elites administrativas está garantizado o justificado por la emergencia simultánea de ideologías neo-conservadoras que se parecen al pernicioso darwinismo social de la Inglaterra Victoriana. El futuro de largo plazo será conformado por la falla de los humanos para controlar su fertilidad. Frente a barreras culturales para un control racional del crecimiento de la población, y conforme las poblaciones globales excedan la capacidad de carga del planeta, muchos millones de humanos ignorantes y miserables apenas lograrán su existencia, sobreviviendo sólo lo suficiente para reproducir a más de los mismos. Los prospectos para una especiación son nulos, dado que las elevadas densidades globales de población impedirán el aislamiento reproductivo.
(3) «Reclutando nuevas «masas grupales» y «basuras desdichadas»: un prolegómeno a la colonización humana del espacio» (Recruiting new «huddled masses» and «wretched refuse»: a prolegomenon to the human colonization of space), Morton Klass (pp. 739-748).
Este artículo se ofrece como una introducción a algunos de los problemas de personal que probablemente enfrentaremos cuando una colonización sustantiva fuera de la Tierra se vuelva factible. La mayor parte de la literatura hasta la fecha sobre esta materia retrata a las futuras colonias como similares en población y estructura comunitaria a las comunidades estadounidenses y europeas contemporáneas. Una consideración de la historia de la colonización y de los movimientos de población humana en general, indican la probabilidad de que la futura colonización del espacio será también difícil de controlar y tomara avenidas inesperadas que no siempre serán del agrado de quienes supuestamente están a cargo. Así, el mayor ímpetu para moverse a las nuevas colonias vendrá, como en el pasado, muy probablemente de aquellos a través del mundo con las necesidades más desesperadas. Nuevamente, muchas naciones podrían, como en el pasado, tomar la oportunidad de usar las nuevas colonias como lugares deshacerse de subgrupos no deseados o indeseables.
(4) «Comunidad en la nueva época: la ergonomía social del diseño comunitario» (Community in the new epoch: the social ergonomics of community design), Claudia Bell, John Lyall (pp. 749-758).
La «comunidad» lo mismo como lugar que como estructura de relaciones está experimentando un cambio. En el mundo occidental la tasa de cambios inevitablemente se acelerará en este nuevo siglo. La predicciones de los autores incluyen: el vasto crecimiento de las ciber-comunidades, y un creciente ancho de banda, inmersión e interactividad en tales comunidades; la expansión de la edad de la vigilancia en las comunidades urbanas y rurales, conforme el crimen público rampante trabaja contra la seguridad de las comunidades; un creciente énfasis en el control social en comunidades altamente conservadoras que promueven la conformidad; el desarrollo de Ciudades Listas, con todos los servicios, instalaciones y comunicaciones con acceso a través de tecnología de cable de fibra óptica. El estilo se convertirá en una prioridad importante en la comunidad de 2025. Los gurús de la edad serán los diseñadores de comunidades. Inicialmente éstos serán visionarios multi-disciplinarios, que tendrán la fama y celebridad de las estrellas de cine de finales del Siglo Veinte. Sus ideas de comunidades planificadas tomarán en cuenta lo anterior, pero ofrecerán también grandes esquemas para el desarrollo de ciudades temáticas. Nuestros escenarios indican la necesidad continua por parte de muchos ciudadanos de ideales y una ideología de vida comunitaria tradicional, pero envueltos en nuevas formas distintas, con el bienestar individual y el entretenimiento como prioridad. En general, las actuales tendencias de pérdida del derecho al voto a través de la globalización, las multinacionales y los gobiernos no consultativos, actúan para incrementar las probabilidades de que los escenarios de los autores se vuelvan realidad. Un cambio social importante a través del despertar político de los jóvenes, los movimientos globales neo-ambientales, y otros cambios globales masivos de paradigma, actuarían como mitigación contra sus escenarios. Pero los autores ven esto último como algo poco probable.
(5) «El Valle del Silicio reinventa la ciudad compañía» (Silicon Valley reinvents the company town), J. A. English-Lueck (pp. 759-766).
El Valle del Silicio de California, famoso por sus corporaciones innovadoras de alta tecnología, es un laboratorio ideal para explorar ciertos inventos culturales. Es un barómetro para una clase particular de orden social -uno dominado por el trabajo. En antropología encontramos muchos marcos de referencia a través de los cuales se organiza la vida -parentesco, religión y política. El trabajo es otro lente a través del cual puede filtrarse la vida. La gente puede moverse a California por el clima, pero va al Valle del Silicio para trabajar. El trabajo de alta tecnología echa mano de un reservorio global de talento y habilidades cambiantes que crea una comunidad culturalmente compleja. Los migrantes al Valle del Silicio traen y representan una imagen de un lugar para hacer trabajo de frontera. Líderes y expertos de la región mercadean conscientemente la idea de que el Valle puede reinventarse a sí mismo para continuar dominando su nicho económico distintivo. De esta reinvención ha emergido una nueva versión de la ciudad empresa, una reformulación del Siglo Veintiuno de una comunidad donde el trabajo penetra y domina las vidas de sus habitantes.
(6) «¿Resocializando el trabajo? Antropología anticipatoria del proceso de trabajo» (Resocialing work? Anticipatory anthropology of the labor process), David Hakken (pp. 767-775).
La investigación del autor se centra sobre las posibles transformaciones futuras del trabajo en un ambiente crecientemente dominante de trabajo basado en tecnología de la computación. El autor conjetura que una característica que podría tomar el trabajo del futuro es una «socialidad» renovada y expandida, en la cual la cooperación, la auto-administración, y la interacción social cualitativa sean adoptadas para contrarrestar el potencialmente aislante ambiente mediado por computadora. Dado que la ventaja de tales nuevas tecnologías es también su capacidad opuesta para expandir la comunicación, uno debe estimular más comunicación para hacer uso de esta capacidad. Aunque el autor se muestra algo escéptico sobre el actual clima de ciber-entusiasmo, reconoce que, como etnógrafos, necesitamos tomar estas especulaciones seriamente y, donde sea posible, participar activamente en la creación de las clases de futuros que preferimos. El autor ha adoptado un enfoque de participante-observador al estudio de caminos al «proto-ciberespacio» que son vistos ampliamente como sugerentes de relaciones sociales de una nueva formación social futura. El autor inicia este ensayo analizando el argumento para la hipótesis re-socializante y luego considera los argumentos opuestos que ven una degradación de las relaciones sociales en el ambiente de trabajo. Los datos se derivan principalmente de los estudios del autor sobre los procesos de trabajo mediados por tecnología de la información automatizada en Estados Unidos, el Reino Unido y los países nórdicos.
(7) «El futuro de la familia en América del Norte» (The future of the family in North America), Shawn Haley (pp. 777-782).
Un examen de las tendencias de la última mitad del Siglo Veinte muestra como el ideal del constructo de la familia estadounidense, la familia nuclear, está en transición. Aunque todavía es percibida como el arreglo perfecto, la realidad está tomando una forma muy diferente. Actualmente la familia está teniendo que reaccionar ante un número de cambios al interior de la sociedad como un todo y se anticipa que dentro de una o dos generaciones, la familia nuclear se volverá sólo una de cuatro igualmente importantes estructuras familiares que serán experimentadas secuencialmente por los individuos. Monogamía serial, la práctica de tener una esposa a la vez, se volverá la norma dentro de los miembros de la sociedad que participen en una familia nuclear, seguida por una familia extendida, una familia matrifocal, y una familia mezclada, en ese orden. Adicionalmente, varias formas de hogares consistentes en adultos y/o niños sin lazos de parentesco serán más frecuentes e importantes, forzando a los investigadores y a otros a redefinir la familia en sí misma.
(8) «Dimorfismo sexual: ¿Divergente o convergente?» (Sexual dimorphism: divergent or convergent?), E. L. Cerroni-Long (pp. 783-791).
Nuestra especie está caracterizada por un dimorfismo sexual: las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Este dimorfismo es importante porque somos una especie que se reproduce sexualmente, pero las dimensiones de las diferencias hombre/mujer y su impacto sobre la identidad han sido debatidas durante siglos. Nuevas técnicas reproductivas, tanto ya en uso como actualmente en desarrollo, prometen afectar de manera muy radical las características del dimorfismo sexual humano. La manera en que estas tecnologías se aplicarán y expandirán podría conducir ya sea a una intensificación o a una dilución de las diferencias hombre/mujer. Cuál de estas dos tendencias podría prevalecer en el siguiente cuarto de siglo probablemente dependerá de cuál definición de papeles de género es la más adaptativa para nuestra especie. Percepciones en este asunto pueden atisbarse a partir de la evidencia que está siendo reunida de manera creciente por los antropólogos sobre la manera en que los papeles de género humanos fueron definidos en tiempos muy antiguos. La evidencia no apoya la visión estándar del dimorfismo sexual humano, y puede insinuar desarrollos culturales sorpresivos.
(9) «Antropología anticipatoria y paz mundial: una visión desde 2050» (Anticipatory anthropology and world peace: a view from 2050), Marion Lundy Dobbert (pp. 793-807).
Norman Geras ha escrito una aguda acusación de las actuales políticas del primer mundo relativas a nuestros papeles en el mantenimiento de la paz mundial y nuestras habilidades para responder a las violaciones de los derechos humanos. Este artículo es parcialmente una respuesta al libro de Geras, El contrato de indiferencia mutua: política desde el Holocausto (The contract of mutual indifference: politics since the Holocaust). Así, el genocidio es el asunto de paz que el artículo discute. La autora emplea a Bosnia, porque ha tenido dos ocasiones de trabajar ahí y ha hablado con bosnios de todas las clases así como con lo agentes comunitarios que están allí para ayudarlos. Segundo, el artículo define el carácter de una antropología anticipatoria totalmente responsiva y bosqueja la naturaleza de algunos futuros de paz posibles. Un tercer propósito principal del artículo es contribuir al desarrollo de la ciencia social de la paz.
Escrito por:
FJBS Admin